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Richard Nixon tenía un discurso listo en caso de que la misión Apolo 11 fracasara

El retrato oficial de los miembros de la misión Apolo 11 tomado en el Centro Espacial Kennedy el 30 de marzo de 1969. Foto: AFP/ NASA.

El retrato oficial de los miembros de la misión Apolo 11 tomado en el Centro Espacial Kennedy el 30 de marzo de 1969. Foto: AFP/ NASA.

Esta fotografía de archivo de la NASA del 24 de julio de 1969 muestra al presidente de Estados Unidos, Richard Nixon (R), que da la bienvenida a los astronautas del Apolo 11, Neil Armstrong, Michael Collins, y Edwin Aldrin Jr. Foto: AFP

La hazaña de la misión Apolo 11 que preparó la NASA para enviar tres astronautas a recorrer la Luna en 1969 cumplirá su 50 aniversario este 20 de julio de 2019. Y junto con esta celebración salió nuevamente a la luz una carta que el presidente estadounidense de ese entonces, Richard Nixon, tenía lista para leer en caso de que se desate una tragedia.

Se trató de un acontecimiento mundial. Aquel 20 de julio de 1969, miles de personas estaban atentas a sus televisores y radios para enterarse de la llegada del hombre a la Luna.

Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins fueron los tres astronautas a cargo de la misión Apolo 11. Ellos partieron hacia el espacio al despegar en el cohete gigante Saturn V, el 16 de julio de 1969. Los tres hombres hacían parecer que era un viaje fácil, pero la NASA sabía que se trataba de la hazaña más peligrosa de la historia.

Por esta razón el facilitador de la comunicación en la Casa Blanca, Frank Broman, y un astronauta del Apolo 8 se pusieron en contacto con el redactor de los discursos de Nixon, William Safire. Y en la llamada le dijeron “usted querrá considerar una postura alternativa para el presidente en caso de un desastre”, recoge el portal de Business Insider.

El retrato oficial de los miembros de la misión Apolo 11 tomado en el Centro Espacial Kennedy en 1969. Neil A. Armstrong (i), Michael Collins (c), y Edwin E. Aldrin Jr. (d). Foto: AFP/ NASA.


Safire no entendió lo que le estaban pidiendo, pero Borman le aclaró “necesitamos un discurso de respaldo listo en caso de que la tripulación del Apolo 11 muera”.

Según se menciona en Business Insider, el momento del lanzamiento de Armstrong y Aldrin desde la superficie de la Luna para reencontrarse con Collins en órbita y volver a la Tierra era el que más preocupaba. Se contemplaban las posibilidades de que no se encienda el motor de la cápsula o que la misma no se acople a la nave en la que permanecía Collins, quien había esperado por 22 horas mientras los otros dos astronautas bajaron a explorar la Luna.

Debido a los temores reales de que la tripulación del Apolo 11 no regrese a casa, Sapire preparó un borrador del discurso titulado “En caso de desastre de Luna” y se lo envió al jefe del personal de Nixon.

El texto contiene sentidas palabras para los astronautas de la misión lunar. También se contaba con todo un protocolo en caso de la eventual tragedia. Nixon debía llamar a las viudas, luego se debía proceder a un entierro simbólico en el mar.

Afortunadamente nada de esto sucedió. Los tripulantes de la misión Apolo 11 regresaron a casa como héroes. Y el mensaje no tuvo que ser leído. El 24 de julio, la nave en la que estaban Armstrong, Aldrin y Collins atravesó la atmósfera envuelta en una bola de fuego que cayó en el océano Atlántico. Portaviones estadounidenses junto con el presidente Richard Nixon acudieron a su rescate.

A continuación el contenido completo del discurso que estaba preparado para Nixon:

“El destino ha ordenado que los hombres que fueron a la luna a explorar en paz permanezcan en la luna para descansar en paz.

Estos valientes hombres, Neil Armstrong y Edwin Aldrin, saben que no hay esperanza para su recuperación. Pero también saben que hay esperanza para la humanidad en su sacrificio.

Estos dos hombres están dejando sus vidas en el objetivo más noble de la humanidad: la búsqueda de la verdad y la comprensión.

Serán llorados por sus familiares y amigos; serán llorados por su nación; serán llorados por la gente del mundo; serán llorados por una Madre Tierra que se atrevió a enviar a dos de sus hijos a lo desconocido.

En su exploración, animaron a la gente del mundo a sentirse como uno; en su sacrificio, atan con más fuerza a la hermandad del hombre.

En la antigüedad, los hombres miraban las estrellas y veían a sus héroes en las constelaciones. En los tiempos modernos, hacemos lo mismo, pero nuestros héroes son hombres épicos de carne y hueso.

Otros seguirán, y seguramente encontrarán su camino a casa. La búsqueda del hombre no será negada. Pero estos hombres fueron los primeros, y seguirán siendo los primeros en nuestros corazones.

Por cada ser humano que mire a la luna en las noches venideras, sabrá que hay un rincón de otro mundo que es para siempre la humanidad”