Imagen referencial. Ovejas murieron con un golpe de frío luego de ser trasquiladas a causa del calor en Argentina. Foto: Pixabay
Cerca de 3 500 ovejas fallecieron por la hipotermia que les provocó un abrupto cambio de temperatura en la ciudad argentina Curuzú de Cuatiá. La situación deja grandes pérdidas a los a los productores de lana de ovinos que se vieron afectados con las muertes.
Según recoge el diario El Litoral, las ovejas fueron esquiladas cuando la temperatura en esa ciudad estaba bordeando los 40 grados centígrados. Sin embargo, las condiciones meteorológicas cambiaron y la temperatura pasó de 40 a 10 grados. El frío mató a las ovejas que no tenían su lana protectora.
La muerte de los animales dejó afectados a tres establecimientos de medianos y grandes productores. Por ello la Secretaria de Ganadería y Agricultura de Curuzú Cuatiá dispuso convocar a la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria para atender a los damnificados.
Recuperar el número de ovejas muertas puede tardar entre dos y tres años, señala El Litoral. Por ahora los afectados se enfocan en el cuidado de los corderos que apenas tienen un mes de vida. Estos no fueron despojados de su lana, pero requieren estar bien alimentados y permanecer alejados de las bajas temperaturas del lugar.