Ya se han reportado avistamientos de monolitos en varios países, aunque muchos de ellos parecen ser un intento de emular las primeras apariciones. Foto: Diario El Tiempo de Colombia
En las últimas semanas el mundo fue testigo de una situación bastante misteriosa: al menos cuatro monolitos desconocidos aparecieron, sin ninguna explicación, en cuatro lugares completamente distintos y alejados.
El más reciente fue hallado, supuestamente en Chía, Cundinamarca, y tenía un color dorado que despertó muchas dudas en las redes sociales.
El anterior fue encontrado por un grupo de excursionistas el pasado 2 de diciembre en en el pico de la ruta de senderismo Pine mountain loop, ubicado en la ciudad de Atascadero, en California (Estados Unidos).
Antes, el pasado 26 de noviembre, otro monolito metálico de 4 metros fue encontrado en Batca Doamnei Hill, en la ciudad de Piatra Neamt (norte de Rumania) por una persona que salió a trotar por la zona y se topó con él.
Y la primera estructura fue hallada el pasado 18 de noviembre del 2020 en Utah (Estados Unidos). Fue visto por primera vez por agentes de la Unidad Aero Bureau, del Departamento de Seguridad Pública de Utah (EE. UU.) que realizaban un sobrevuelo en el desierto del estado.
¿Qué hay detrás de los monolitos?
Hasta hace unos días el origen y los autores de los monolitos de Utah, California y Piatra Neamt todavía no habían sido confirmados. Existían muchas suposiciones en redes sociales, como que podía tratarse de un “arma alienígena” o un “dispositivo de la Nasa“.
El monolito del desierto de Utah fue retirado el 27 de noviembre por cuatro vecinos de la zona que estaban cansados de la atención mediática y el posible impacto medioambiental causado por el objeto. Así lo reportó Ross Bernards en una serie de imágenes que publicó en su cuenta de Instagram.
Por su parte, el monolito hallado en California fue removido el jueves 3 de diciembre por un grupo de jóvenes cristianos. El medio local ‘Atascadero News’ aseveró que “gritaban: ‘Cristo es rey en este país (EE. UU.)’ y ‘No queremos extranjeros ilegales de México o del espacio exterior'”.
Una de las hipótesis más fuertes estaba relacionada con la película ‘2001: odisea en el espacio’. En el filme un monolito parecido aparece por primera vez en la Tierra, en África, hace tres millones de años. Arthur C. Clarke, autor del libro en el que se basa la producción, lo describía como un objeto o ente “que planta en la tierra una fuerza extraterrestre y muy superior a nosotros”.
“Supongo que es un artista de la nueva ola o algo o, ya sabes, alguien que era un gran seguidor de’ 2001: odisea del espacio”, dijo a ‘CNN’, a manera de hipótesis, Bret Hutchins, piloto de la misión del Departamento de Seguridad Pública de Utah que halló el monolito.
En charla con ‘The New York Times’, su hijo, Patrick McCracken, aseguró que el artista le confesó, mucho antes de su fallecimiento, que le gustaría dejar sus obras en “ambientes perdidos y que fueran encontradas”.
Sin embargo, el galerista de McCracken, David Zwirner, aseguró al diario ‘The Guardian’ que el objeto no pertenecía al artista, aunque sí podría ser de “algún admirador que quisiese hacer un tributo”.
‘The New York Times’ manifestó que el equipo de Zwirner estaba dividido en sus opiniones y el monolito sí podría ser una creación auténtica de McCracken.
El estilo del artista era muy parecido al monolito encontrado: composiciones con formas geométricas de colores y grandes esculturas.
¿Publicidad?
Otro monolito apareció este viernes 4 de diciembre en Rusia, específicamente en la reserva natural Kondukí, en la región de Tula.
La diferencia de esta estructura metálica con las otras tres es que hay una explicación lógica sobre su aparición: una campaña de publicidad.
“Los experimentos con saltos cuánticos son impredecibles, y debido a un error de laboratorio el objeto fue enviado incorrectamente primero a EE. UU. y luego a Rumania. Los científicos lo nombraron ‘Objeto-542‘ y lograron devolverlo al campo de experimentación de TulaTEJ, en Kondukí”, se señaló, de forma sarcástica, en un video publicado en la página de YouTube del Centro Científico y Educativo TulaTEJ.
En los siete días transcurridos desde el inicio del relato logró pasar de 16.000 seguidores a tener casi medio millón en Twitter. Todo se trataba de una estrategia que lo ayudó a darse a conocer.
“Ha sido todo mentira (…) No es obligatorio creer todo lo que se lee en internet”, escribió.
Artistas se atribuyeron la aparición de los objetos
El camino de la publicidad parece que acabó siendo el correcto. En los últimos días se conoció que un colectivo de artistas del estado de Nuevo México (Estados Unidos) mostró imágenes inéditas de uno de los monolitos.
Asimismo, lo puso a la venta. Según su cuenta, cada uno de los monolitos “alienígenas” valdría cerca de USD 45 000. En sus redes, que ahora son privadas, compartieron fotos y videos de cómo desarrollaron las piezas.
Matty Mo, el fundador del colectivo, le dijo al portal ‘Mashable.com‘ que no podía dar muchos detalles debido a los “compromisos legales de la primera instalación“. Y agregó: “Puedo decir que somos bien conocidos por trucos de esta naturaleza y en este momento estamos ofreciendo auténticos objetos de arte a través de monolitos como servicio“.
A su vez, le dijo a ‘Fox News’ que él y su colectivo esperaban vender al menos tres monolitos en la próxima semana.