La historia del esferográfico comienza con Ladislao Bíró, quien en 1938 inventó el primer esfero para resolver los problemas de las plumas estilográficas. Su diseño revolucionario, introdujo una bola en la punta que garantizaba una escritura fluida y sin manchas.
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En 1950, Marcel Bich adquirió los derechos de la patente y perfeccionó el diseño. Su esferográfico BIC, destacó por su calidad a bajo costo, y fue el inicio de una rápida expansión global.
Los inicios: Ladislao Bíró y la birome
El origen de los esferos BIC se remonta a la invención del esferográfico por el húngaro Ladislao Bíró en 1938. Bíró, un periodista y editor, estaba frustrado con las plumas estilográficas que se atascaban y manchaban el papel. Junto con su hermano, un químico, desarrolló un esfero con una bola en la punta que permitía una escritura más fluida y sin manchas. Este invento fue patentado en 1943 en Argentina, donde se conoció como “birome”, según El Economista.
La llegada de Marcel Bich
En 1944, los empresarios franceses Marcel Bich y Édouard Buffard fundaron la empresa Société PPA, dedicada a la fabricación de piezas para instrumentos de escritura. Para 1950, Bich adquirió los derechos de la patente de Bíró y mejoró el diseño del esferográfico, solucionó problemas como el exceso de manchas y el rápido secado de la tinta. En 1953, lanzaron su propio diseño bajo la marca BIC, un nombre sugerido por el publicista Raymond Savignac para evitar confusiones fonéticas en inglés, a decir de la página de la empresa.
La expansion global
El éxito del esfero BIC fue inmediato. En 1951, la empresa estableció su presencia en Bélgica y, en los años siguientes, se expandió a Italia, Países Bajos, Austria, Suiza y España. En 1958, BIC entró en el mercado norteamericano y, en 1959, en el escandinavo. La clave del éxito de BIC ha sido su capacidad para producir esferográficos de alta calidad a bajo costo, lo que democratizó el acceso a herramientas de escritura eficientes, según Forbes Argentina.
Innovación y diversificación
A lo largo de las décadas, BIC no solo se centró en los esferos. En 1973, lanzó el primer encendedor de bolsillo BIC y, en 1975, la primera máquina de afeitar de una sola pieza. Estos productos también se convirtieron en líderes de mercado, consolidaron a BIC como una marca sinónimo de calidad y accesibilidad, a decir de la página de BIC.
Un ícono cultural
El diseño del esfero BIC Cristal, con su cuerpo transparente y forma hexagonal, se ha mantenido prácticamente inalterado desde su lanzamiento. Este diseño no solo es funcional, al permitir ver la cantidad de tinta restante y evitar que el bolígrafo ruede, sino que también se ha convertido en un ícono cultural. Artistas y diseñadores han utilizado el BIC Cristal en sus obras, y su simplicidad y eficiencia han sido celebradas en todo el mundo, El Economista.
Compromiso con la sostenibilidad
En la actualidad, BIC se ha adaptado a los tiempos modernos. La empresa ha adoptado prácticas sostenibles, como el uso de materiales reciclados y la reducción de su huella de carbono. Además, BIC se ha comprometido a ofrecer productos duraderos y de alta calidad que respeten el medio ambiente.
La historia de los esferos BIC es un ejemplo paradigmático de cómo la innovación y la visión empresarial pueden transformar un simple objeto cotidiano en un ícono global. BIC ha demostrado que la simplicidad y la eficiencia pueden ir de la mano con el éxito empresarial.