Tras revisar las grabaciones, el chico encontró a su mascota mientras lo “asfixiaba” mientras dormía en su habitación. Foto: captura
Las imágenes de un gato “asfixiando” a su dueño se han hecho virales en las redes sociales en los últimos días. Por insólito que parezca, el hecho quedó al descubierto luego de que el joven colocara unas cámaras de seguridad en su dormitorio, que luego compartió en su cuenta de Facebook.
El usuario de la red social Lomphonten Lomphontan, de Tailandia, quiso filmar su comportamiento durante el sueño, aunque se encontró con algo que le llamó la atención. Tras algunos días de grabación descubrió que su mascota lo “abrazaba muy fuerte” a la altura del cuello todas las noches.
Claramente, como especificó el joven, su mascota nunca lo quiso asfixiar, sino que Archie, el nombre del gatito, buscaba estar cerca de él y por lo mismo intentaba acomodarse de la mejor forma para poder dormir junto a su compañero.
En las fotos, difundidas por Lomphontan, se puede ver como el felino intenta buscar la mejor posición en el pecho, cara o piernas de su dueño, para poder dormir cómodamente, señaló Infobae.
Según científicos, los gatos buscan aferrarse a sus dueños para obtener calor por las noches. Foto: captura
Si bien muchos usuarios bromearon con la idea de que el gato lo quería matar; otros indicaron que era un noble gesto de amor hacia su amo. Por otra parte, hubo quienes señalaron que era probable que el joven roncara mucho y que el sonido provocara que el gato se acercara a él.
¿Por qué los gatos duermen encima de los humanos?
Científicos británicos han investigado la razón de este comportamiento. En la investigación se llegaron a dos teorías por las que los gatos duermen encima de sus humanos:
Buscan calor. Los gatos tienen una temperatura de unos 38,6ºC, es por eso que buscan los rincones más calientes de la casa, necesitan tumbarse en esos lugares para mantener su calor cuando están dormidos. De ahí a que estén a menudo durmiendo en sitios donde llegan los rayos del sol, encima de la nevera o en un radiador, y también en las partes del cuerpo humano por las que más irradian calor: las extremidades y la cabeza.
Imágenes de la cámara de seguridad. Foto: Captura
Para dar amor. Ellos siguen a todas partes de forma sumisa como suelen hacerlo los perros, pero no por eso nos quieren menos. Viven su independencia y muestran su amor en distintas situaciones del día, por ejemplo, durmiendo encima del dueño.
Suelen pasar el día solos o curioseando por la casa, por eso en las noches es su momento de mostrar su amor. Son un equipo y este rato tumbado juntos refuerza el vínculo. Quieren atención y disfrutan de la compañía.