Entrevista del día a Paúl Rosero, ganador del Premio París, en la Bienal Internacional de Cuenca.
Su obra ‘Cuando tú te hayas ido’ ganó el premio París, en la Bienal Internacional de Cuenca. ¿Qué quiso comunicar con esa propuesta?
Se plantearon tres temas. El primero nació de los Wikileaks; con la información recabada construí un lenguaje literario. Con el ruido de las manifestaciones en contra de Lucio Gutiérrez tuve el sonido para mi instalación. En la segunda parte utilicé un archivo fotográfico de la población afro y de la esclavitud que hubo en Cuenca. El último tema es sobre el informe de la Comisión de la Verdad. Quemé el documento y con sus cenizas realicé una instalación.
Es decir que para usted el arte es el medio para mostrar cosas no contadas en el país.
Sí. El arte asume diferentes campos de la investigación, pero sobre todo es la producción de ideas, pensamiento. A través de la investigación del conocimiento se logran develar ciertas cosas o mostrar mis motivaciones. En este caso a través de las cenizas realicé dibujos y así cuento ciertos momentos que vivió el Ecuador.
¿En su obra incluyó el video porque está en boga o fue el formato que más se ajustaba a su propuesta?
No. El video es otra aproximación plástica al tema. En este caso parte del video lo filmé en Chile. Su sentido es ofrecer un aprendizaje y mostrar una obra integral, que es homogénea.
En esta undécima edición de la Bienal de Cuenca existe un gran número de obras realizadas con video. ¿Cuál es su opinión?
Es una tendencia en el mundo del arte, es la búsqueda de nuevos medios para la expresión. Si bien la Bienal de Cuenca pasó de ser de pintura a una de arte contemporáneo (se cambió en la séptima edición), en el mundo del arte eso ya había pasado antes.
Al exhibir trabajos realizados con el video se puede caer en el riesgo de presentar propuestas superficiales.
El riesgo es la evolución de las ideas y cómo transmitirlas. En ese camino y en la propuesta pueden pasar muchas cosas para que la obra se caiga, que la gente no lo entienda que tenga muchas lecturas. Hay la posibilidad que el público la lea de una infinidad de maneras. No me atrevo a catalogar que sea una obra superficial porque hay diferentes lecturas.
¿Cómo ve a la Bienal considerando que ha dado un espacio a los artistas jóvenes?
Esta Bienal tiene varios cambios. Uno de ellos fue que a partir de una carta pública que entregamos un grupo de artistas se logró cambiar las cláusulas del reglamento y que nos ayuden con la producción de las obras. Además, cumplió con su objetivo de promocionar el arte y existió la apertura a los artistas jóvenes que es un incentivo muy grande porque vienen de varios países.
Si la Bienal dio apertura a los jóvenes, ¿por qué decidió exponer en la muestra paralela Cuarto Aparte ?
Cuarto Aparte es un proyecto de intercambio de ocho artistas. Es como la exposición de una parte de los eventos masivos que realiza, antes ya lo hicimos en Brasil. Es la muestra de la producción de nuevos artistas y autogestión.
Cuarto Aparte es un espacio no oficial.
Es un esfuerzo mancomunado de varias personas y la reivindicación. No nos interesa esa oficialidad, pero sí el público que generamos y esa discusión de ideas. Queremos mostrar que los artistas generamos nuestra propia exposición masiva integral que reúne a varios países.
¿Qué significa para usted ganar el premio París?
Los premios son importantes porque incentivan a producir. Además, pueden marcar una tendencia, pero pueden ser un arma de doble filo. No me gustaría que piensen que tienen que hacer obras de ese tipo. Me interesa el fluir de ideas y pensamientos.
¿POR QUÉ ESTÁ AQUÍ?
Su experiencia. Paúl Rosero Contreras, nació en Quito y tiene 29 años. Estudia una maestría en Medios Interactivos en Barcelona.
Su punto de vista. Para este artista, el video es una nueva expresión del arte en el mundo, que puede generar varias lecturas.