La literatura ha generado grandes amistades: Garcilaso de la Vega y Juan Boscán, Goethe y Schiller, Shelley y Byron, Flaubert y Maupassant, Joyce y Beckett, Lorca y Alberti, Borges y Bioy ‘ ¿García Márquez y Vargas Llosa? Bueno, el caso de estos autores se parece más al de Cervantes y Lope de Vega, quienes por rencillas rompieron indefinidamente.
Ambos autores, a pesar de tener orígenes sociales disímiles (Vargas Llosa perteneciente a la aristocracia de Arequipa y García Márquez de extracción humilde en el Caribe colombiano) comparten rasgos de crianza. Crecieron al lado de abuelos que los consentían en extremo; conocieron a sus padres bien entrada la infancia; estudiaron en internados; se iniciaron temprano en el periodismo y tenían una voraz vocación por la escritura, demostrada con grandes textos que han sobrevivido a la posteridad.Su amistad nació y creció a la par de la historia del ‘boom’ latinoamericano, ese fenómeno que agrupó la prolífica obra de escritores de la región, en los años 70 y 80. Ambos pasaron penurias, se ganaron la vida como pudieron, vivieron en pensiones de mala muerte y algunos de sus manuscritos casi no llegaron a las editoriales, pero empujaron a la literatura de esta parte del Atlántico al plano universal.
El año pasado, los catedráticos españoles, Ángel Esteban y Ana Gallego, publicaron ‘De Gabo a Mario, la estirpe del boom’. En el libro, las fuentes epistolares reconstruyen la relación entre el colombiano y el peruano, además del origen de sus desacuerdos (personales e ideológicos).
Allí se narra la admiración primera que sintió García Márquez por ‘La ciudad y los perros’ y la hechura del ensayo ‘Historia de un deicidio’, con el cual Vargas Llosa fue el primer gran analista de la obra del colombiano, y la participación de la pareja en congresos de Literatura. Pero también se incluye una de las causas de la ruptura: “lo de Cuba”, en referencia al caso de censura que sufrió el poeta Heberto Padilla por parte del régimen castrista y que dividió a los intelectuales de la región.
El punto final de la relación coquetea con la anécdota. En 1976, en una sala de cine en México, el peruano dio al colombiano un puñetazo en el ojo, tras decirle, según quienes estaban cerca: “Por lo que hiciste a Patricia”. Algunas especulaciones afirman que García Márquez pretendió seducir a Patricia Llosa, la esposa del autor de ‘Conversación en la Catedral’. Otras dicen que el creador de ‘Cien años de soledad’ le llevó a Llosa chismes sobre una supuesta aventura extraconyugal de su esposo, lo que puso en riesgo el matrimonio. Aunque no falta quienes afirmen todavía que todo fue una rivalidad ideológica, pues Vargas Llosa, entonces de 40 años, ya había dejado las ideas socialistas que seguía defendiendo García Márquez, entonces de 49.
Los dos maestros de la literatura no volvieron a encontrarse más y se cortó toda comunicación entre ellos. No obstante, como en una especie de acuerdo tácito, ambos se niegan a hablar de lo ocurrido. “He dicho siempre que esa historia, si es que pasamos nosotros al futuro, ya la despejarán y la revelarán los historiadores”, dijo ayer el Nobel de Literatura 2010.