En los ensayos permanecen descalzos. Marco Bustos, quien los dirige, les pide que se quiten los zapatos y las medias para que puedan sentir el peso de su cuerpo.
Caminan en diferentes direcciones y se miran el uno al otro con miradas incisivas , profundas, Miran y permiten que los miren. Este es uno de los ejercicios -extraídos del clown- que practican los 80 actores con discapacidades formados por la Fundación El Triángulo de Quito.
Sus cuadros van desde el síndrome de down hasta el retardo mental y el autismo. Este ejercicio de miradas sirve para mejorar la comunicación grupal.
Estos actores, que van desde los 3 hasta los 57 años, son los protagonistas de la obra teatral ‘Sueños’, que se estrenó en el 2009 y en las últimas semanas fue puesta en escena en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura de Quito, en el Teatro Carlos Cueva Tamariz de Cuenca y el Teatro Sánchez Aguilar de Samborondón (cantón cercano a Guayaquil).
Otro de los ejercicios consiste en lanzar palabras sin pensarlas mucho. Lo primero que se les ocurra, lo dicen. Con esto, incrementan su agilidad mental. Pese a que esta es una rutina propia del clown, estos actores prescinden de la típica nariz roja que emplea esta corriente actoral.
Según Bustos, quien lleva ocho años dando talleres teatrales a personas con discapacidad, hay métodos actorales que calzan perfectamente en ellos.
Cita como ejemplo el denominado ‘mimo corporal’, creado por el actor y mimo de origen francés Étienne Decroux.
Consiste en introducir el drama dentro del cuerpo. Se basa en los principios de pausa, vacilación, peso, sorpresa y emoción.
Otro de los sistemas aplicables en ellos es el de Stanislavski. Este método consiste en un total autocontrol de las emociones y de los sentimientos humanos.
Se basa en la actuación desarrollada por Constantin Stanislavski, que fue un actor y director ruso.
Entre sus principios se hallan la concentración al punto de llegar a pensar como el personaje que se está interpretando.
Para que estos actores aprendan a apreciar los conflictos dramáticos, se les realiza un ejercicio en el que miden fuerzas contrarias: se le pide a un actor que justifique la razón por la cual quiere hacer una acción y a otro que la niegue completamente con un argumento que sea válido.
Ya se han visto resultados. Uno de los niños, con un cuadro de autismo, antes ni siquiera dirigía la mirada a quien le hablaba. En la obra ‘Sueños’ se lo vio pasar una pelota gigantesca a quienes se la pedían, demostrando que su comunicación ha incrementado notablemente.
“Algo que caracteriza a mi grupo de actores con síndrome de down es su capacidad de concentración y de entrega total a lo que hacen”, cuenta Bustos, de 34 años, quien dirigió‘Sueños’.
La mejor recompensa que reciben estos actores al final de cada una de sus interpretaciones son los aplausos del público.
“Sentir los aplausos les ha ayudado a mejorar su autoestima. Ellos son felices haciendo teatro”, añade Bustos.
Para este director, lo fundamental es que los actores discapacitados se diviertan en todo momento. Justamente por eso, uno de los ejercicios creados por él consiste en transmitirse la risa de uno a otro como si se tratase de una corriente eléctrica.
La Fundación El Triángulo es una ONG sin fines de lucro ubicada en el barrio Ponciano de Quito, donde funciona desde el 2 de junio del 2004. Entre sus objetivos están favorecer la integración a la sociedad de las personas con alguna discapacidad.
El guión de la pieza teatral ‘Sueños’ fue realizado en conjunto entre Bustos e Isabel Muñoz, quien es la actual directora de la Fundación El Triángulo.
La obra posee elementos en grandes dimensiones y muy coloridos, detalles que contribuyen a la imaginación de estos actores.
Bustos junto a Daniela Carvajal, Cristian Proaño, Felipe Cordero y otro s amigos llevarán adelante un proyecto independiente en esta misma línea. Se denomina Garabateatro. Consiste en dar talleres teatrales a personas con discapacidades visuales.
La formación se llevará a cabo mediante un documental con audioguía y una memoria metodológica impresa en braille. El juego y la imaginación serán sus principales herramientas.