La Pinacoteca Manuel Rendón Seminario es, hasta el fin de mes, un espacio donde la expresión cultural, bajo la óptica de la mujer, tiene el protagonismo. Con Simbiosis, la Casa de la Cultura Núcleo de Guayas (CCE-NG) muestra una nueva dimensión a la poesía.
A través de pinturas, dibujos, esculturas, instalaciones, arte objeto y arte digital, 16 artistas de Guayaquil interpretaron y representaron una realidad creada a través de poemas y textos de escritoras nacionales y extranjeras.
Los fragmentos fueron escogidos de escritoras como Sara Vanegas, Ana María Iza, Luisa Futoransky, Rosa Amelia Alvarado, Maritza Cino, Virginia Wolf…
Desde hace unos cuatro meses, estos textos fueron entregados a Karen Schulze, Hellen Constante, Mónica Garcés, Tania Muñoz, Mariela García, María Beatriz Plaza, Ala Kondratova y Yela Loffredo. También a Marcela Burgos, Norma Regato, Sonnia de Marques, Patricia León, Noemí Cabrera, María José Félix, Ana María Franco y Gloria Cobos.
Cada una escogió el fragmento con el que se identificaba más, lo que se traducía o reflejaba en una obra que es parte de Simbiosis.
“Cálida tarde de agua fresca” es un óleo sobre lienzo en el cual se ve a una mujer sobre un caballo que, a su vez, está flanqueado por otros dos corceles de colorida naturaleza de entorno, y avanzan a galope muy alegremente.
La pintura es de Sonnia de Marques que tuvo como base un fragmento de Los Sueños, de Ana Julia Rugel-Hollis. “¡Los caballos de nuestros deseos/cabalgan en el campo de los sueños!/Danzan en la noche /y de testigo la luna”.
Yela Loffredo está presente con la escultura Torso, que representa la silueta de una mujer. Un fragmento de El Feliz, de Ana María Iza, fue la fuente de inspiración.
“Porque no necesitas medicinas/ni trabajo/ni sueños/ni mentiras/para poder vivir./Porque nunca tuviste seis años/ y te dejaron en prenda por un vuelto./ Tú eres feliz, Señor/ porque no eres mujer”, dice el texto.
Esta idea comenzó a tomar forma, hace un año, en la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas. María José Félix, artista que tuvo a su cargo la curaduría y museografía de esta exposición, cuenta que el eje principal fue reunir, en un evento cultural de acceso libre, poesía y plástica.
Primero, se hizo una selección de textos, principalmente poesías, que fueron entregados a varias artistas plásticas. Ellas eligieron aquellos textos con los cuales se sentían más afines o más a gusto y, con base en ellos, hicieron su propuesta artística.
La concreción del proyecto fue de alrededor de seis meses y la ejecución del mismo duró unos dos. Sin embargo, la idea se gestó hace un año, a días de celebrar el Día Internacional de la Mujer.
Para Rosa Amelia Alvarado, presidenta de la CCE-NG, con esta exposición se busca dar otra visión no solo de la pintura o la poesía, sino celebrar de diferente forma el Día de la Mujer.
“Las artistas plásticas han procurado conjugar el concepto existencial del poema y, por ende, de la poeta autora, llegando hasta sus interioridades, para comprenderlas y vivirlas. Se trata de hacer visible lo invisible del poema, para superar la barrera del silencio”.