La vida de Ricardo Monteros se ajusta a la frase: nadie es profeta en su propia tierra. Ganador de la edición 2012 del concurso de composición de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (que se retoma después de 15 años), su carrera, que inició en su ciudad natal: Loja, se ha desarrollado entre Quito y Ucrania.
Fue en Europa donde estudió composición musical académica. Además, fue allí, al iniciar sus estudios, donde nació y consolidó parte de su obra ganadora: Sinfonía Ecuador.
Sus inicios
Aunque desde su nacimiento su padre (exintegrante de Pueblo Nuevo) quería que él fuese músico, Monteros ingresó tarde, a los 14 años, a las aulas del Conservatorio de Música Salvador Celi Bustamante, en Loja.
La intensidad de la carrera musical de su padre fue lo que en los primeros años de su vida lo apartó de este ámbito; sin embargo, un día -cuenta- despertó atacado por una especie de fiebre por aprender a tocar el piano. Pese a la tardanza en su formación musical, ello no impidió que llegué a destacar como músico. “Me decían que no iba a poder desarrollarme como pianista, que solo soportaría estar ahí unos meses”, dice.
Diez años después, probó a los agoreros que estaban equivocados. A sus 24 años ya era profesor de la misma institución donde se formó, de la cual había sido el mejor egresado. La música se volvió todo para él y abandonó su carrera de Ingeniería en Alimentos para cursar sus estudios superiores en composición en Ucrania. Allí, en medio de un intenso ambiente académico en el cual resaltaba por ser el único latino, inició parte de su Sinfonía Ecuador.
La obra ganadora
“Mi profesora de composición me pedía que haga una obra que lleve el sello propio de mi identidad”. Él comenzó a escribir la partitura ganadora del concurso de composición de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador (OSNE) mientras estaba en Ucrania, como estudiante de la Academia Superior de Música Neshdánova. “Este era mi trabajo de fin de curso, pero ya se me había ocurrido al poco tiempo de llegar a Ucrania”.
Para retratar musicalmente al Ecuador, Monteros no quería hacer folclor ni indigenismo. “Mi propósito era alejarme de esos géneros tradicionalmente bailables y crear algo más académico”. Es por ello que Sinfonía Ecuador está escrita en lenguaje neoclásico, recuperando otros ritmos también presentes en la historia de la musical nacional.
En sí, la obra es programática, es decir que narra una historia, en este caso las luchas por lograr la independencia de España.
Un estilo vanguardista
Monteros se identifica como un compositor de una nueva generación. Sus obras, subraya, están enmarcadas en los estilos vanguardista y contemporáneo.
Por ejemplo, una de las obras en las que actualmente trabaja es una estadística sobre las muertes por inanición. Esta pieza, cuyo nombre aún se desconoce, tan solo tiene un minuto de duración. En este tiempo, diez instrumentos armonizan en conjunto. Luego de seis segundos uno deja de sonar, luego otro y otro. Al final, tan solo uno emite sonidos. “Mientras tanto, afuera, diez personas murieron por falta de alimento”, apunta para enfatizar la idea que dio vida a su obra: cada minuto 10 personas mueren de hambre en el mundo.
La composición en el país
En su calidad de vicerrector y director del aérea de composición del Conservatorio Nacional de Música, Monteros asegura que en materia de composición es muy poco lo que se hace aún en el país, incluso dentro de la institución a la que pertenece.
“En el país los compositores apenas pueden graduarse del conservatorio con un título técnico. Luego, con suerte, podrán salir del país y lograr consolidar una carrera en nivel superior”, dice.
Jorge Oviedo, reconocido compositor ecuatoriano, coincide con él. La falta de lugares regulares para estudiar esta carrera da como resultado un déficit en expertos en el área. Pero eso no ha detenido a los compositores, a pesar de que sus obras no se escuchen.
HOJA DE VIDA
Ricardo Monteros Tello
Nació en Loja, en 1977. Es Tecnólogo Musical, especializado en Piano, graduado en el Conservatorio Salvador Bustamante Celi. Licenciado en artes, en la
Academia Superior de Música Neshdánova, Ucrania.
Su punto de vista. Ecuador ha desarrollado apenas un 1 % sus artes en general. Y la composición es una de las áreas más relegadas.