Los restos de Rubino Romeo Salmoni, uno de los últimos judíos romanos sobrevivientes a la persecución nazi que quedaban con vida y quien inspiró el filme “La vida es bella”, de Roberto Benigni, fueron sepultados hoy en el cementerio israelita del Verano, en la capital italiana.
Salmoni, quien murió el sábado a los 91 años, había contribuido a que se conociera en Italia la realidad del Holocausto al que fueron sometidos los judíos por parte del régimen de Adolf Hitler.
“Me quedará en el corazón y nunca lo olvidaré, porque su modo de recordar las cosas tenían una ligera particularidad, difícil de imaginar” , comentó Benigni en un artículo publicado en el diario La Stampa.
La ceremonia fúnebre se desarrolló la mañana de hoy domingo en el cementerio israelita del Verano.
Previamente, los restos fueron transportados por una última vez por el ghetto de Roma, donde Salmoni nació y vivió y donde sufrió el horror de las redadas y deportaciones.
“Derroté a Hitler”, con estas palabras de Rubino Romeo Salmoni, el presidente de la comunidad judía romana, Riccardo Pacifici, lo recordó durante su funeral.
Entre las otras personalidades que le dieron el último saludo a Salmoni fueron el alcalde de la capital Gianni Alemanno, el presidente de la provincia de Roma, Nicola Zingaretti, el ex alcalde Walter Veltroni y los asesores de Comunas y Regiones, Gianluigi De Palo y Fabio Armeni, respectivamente.
La comunidad judía estuvo representada por los máximos exponentes, con la presencia del rabino Elio Toaff y el rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni.
Nacido en Roma en 1920, Romeo Salmoni quedó identificado en el campo de concentración nazi de Auschwitz con el código A15810.
Su historia, tantas veces contada y recientemente recogida en el libro “Ho sconfitto Hitler” (‘Derroté a Hitler’) , había servido además para que Benigni se inspirara para ‘La vida es bella’ (1997) , filme que narra la historia de un judío italiano que es llevado a un campo de concentración junto a su hijo, y que fue premiado con tres Oscar de Hollywood.
Romeo Salmoni llegó a Auschwitz tras ser detenido en abril de 1944 por la Policía fascista en Roma y pasar por el campo de concentración de Fossoli (norte de Italia) , con lo que comenzó ese “largo viaje hacia la muerte” al que consiguió sobrevivir.
Volvió a su ciudad natal, Roma, en agosto de 1945 para reencontrarse con sus padres, pero no así con sus hermanos Angelo y Davide, quienes habían sido asesinados por los nazis.
Tras conocerse su muerte, la familia de Romeo Salmoní recibió numerosos mensajes de condolencias de parte de las autoridades italianas, sobre todo de las de Roma, cuyo alcalde, Gianni Alemanno, lo definió como un “gran hombre con su valentía y su fuerza”.