Los ‘Entrelazamientos’, de Nelson Santos se exhiben en la galería de Ileana Viteri. Se trata de un trabajo que revaloriza a la línea como elemento de composición y representación, como base de la forma, del dibujo, como fundamento de la expresión plástica.
Las líneas llenan los cuadros siguiendo su horizontalidad. Desde esa propuesta hay variaciones: una propone que sea en la ausencia, en los blancos que el amontonamiento de líneas deja sobre el soporte de papel, donde las formas cobren presencia; otra, que las líneas sean tamiz o difuminación sobre otra dimensión de la realidad u otra capa de la composición plástica. Una tercera no cede al amontonamiento sino al vacío y en el medio del cuadro se ubica una figura.
Si el trazo de Santos se comprende desde la finura y la sutileza, su gesto no excluye intensidades. Y así se da su intervención sobre paisajes: sobre la impresión de uno se impone la fluidez de su línea.
En las obras expuestas en ‘Entrelazamientos’, el artista busca una intrusión sobre la óptica del espectador, con las líneas recrea modelos solamente existentes desde su visión; pero con ellas devela lo que en el aire es transparente, lo que al ojo común resulta invisible.
En otros cuadros crea presencias o sombras informes que tienden relaciones con la figura humana o se presta para corresponder ese trazo sutil con las sensaciones que promueve lo etéreo de la danza, lo sublime de la música.
Los dibujos también se prestan para un ejercicio de sinestesia, donde lo sonoro parece representarse en frecuencias y continuidades sobre el papel, con ese flujo rectilíneo del grafito. Aquí la línea es la recreación de una atmósfera; mientras que en la representación de arquitecturas, la línea se muestra de manera más convencional pues se asume desde su función estructural.
Asimismo, hay piezas en las que el artista propone tensiones con las palabras, letras que en su significado se relacionan con esferas dispersas en el aire o con la cinta de Moebius.