Muchos argentinos, los no muy enterados, se asombran cuando hablan con este corresponsal y el uso del dólar en Ecuador. Algunos hasta han pensado que se trataba de un dólar criollo, que funciona solamente en el país, en paridad con el estadounidense, como fue el peso argentino durante la década de los noventa. Alzan la ceja cuando saben que se trata del “verde, el de los yanquis”.
Mirando fronteras adentro y a su moneda local, en Argentina se desarrolla un movimiento cultural que pretende arrebatar del billete de 100 pesos a Julio Argentino Roca. “Mejor un mayo francés que un julio argentino”, decía un grafiti en el monumento a Roca, presidente de Argentina y quien comandó la llamada “conquista del desierto” de 1879, que fue, según el historiador Felipe Pigna, “un verdadero genocidio”.
Según las cifras que se conocen de ese tiempo, murieron 90 000 nativos, entre mapuches, ranqueles, tehuelches. El objetivo era extender la frontera al sur, llevar la civilización a donde hubiere barbarie, pero fundamentalmente despojarlos de su tierra, repartir latifundios entre militares, familias nuevas y tradicionalmente hacendadas.
Los argentinos no tienen problemas con los billetes de 5 y 10 pesos, que tienen a las dos figuras incuestionables de la historia: José de San Martín y Manuel Belgrano, héroes de la independencia. Algunos pueden cuestionar los otros billetes, como el de 2 que tiene a Bartolomé Mitre, ex presidente, intelectual y fundador del diario La Nación, o el de 20 pesos, con Juan Manuel de Rosas, tiránico gobernador de Buenos Aires, liderando a la confederación en contra de los unitarios. Tampoco hay mayores inconvenientes con Domingo Faustino Sarmiento, el teórico de la civilización y la barbarie, padre de la educación e impulsor de la migración europea.
Solo con Roca en el billete de 100 pesos hay incomodidad. Sería el reconocimiento al exterminio de pueblos originarios, dicen los que promocionan su desplazamiento del billete e incluso retirar sus estatuas de las plazas y rebautizar las calles con su nombre. “Es el Hitler argentino”, afirma el escritor Osvaldo Bayer.
Por delante y por detrás. El cambio de la imagen de Julio A. Roca sería en las dos caras del billete. Del corresponsal /EL COMERCIO
“En esta campaña no se arma vuestro brazo para herir compatriotas y hermanos extraviados por las pasiones políticas (…) Se arma para algo más grande y noble: para combatir por la seguridad y el engrandecimiento de la patria, por la vida y fortuna de millares de argentinos y aun por la redención de esos mismos salvajes que, por tantos años librados a sus propios instintos, han pesado como un flagelo en la riqueza y bienestar de la República”, escribió Roca sobre esos pueblos.
En el Congreso argentino reposan reformas para desplazarlo del papel de más alta denominación en la moneda local y se proponen a otras figuras para reemplazarlo (también por la imagen del revés, en la que se lo ve montado sobre su corcel rodeado del Ejército).
En busca de su reemplazante, se han presentado alternativas. Para la diputada Cecilia Merchán, debe ser Juana Azurduy, heroína que participó de la emancipación argentina. “No se trata solo de una cuestión de género, sino que es una propuesta que remite además a nuestra historia argentina y latinoamericana. Roca representa los valores de la oligarquía que no dudó en masacrar a los pueblos originarios. Juana Azurduy, en cambio, simboliza la visibilización de la lucha de las mujeres durante la emancipación. Reconocer esa lucha es mostrar nuestro rol en la historia”.
La ruralidad argentina también tiene su propuesta. No se trata obviamente de los grandes terratenientes, sino de los pequeños productores. Ulises Forte,de la Federación Agraria Argentina, plantea que se imprima a Francisco Netri, asesinado en Rosario en 1912 durante “el grito de Alcorta” (localidad de la provincia de Santa Fe), que significó la rebelión de los pequeños productores, que no veían ganancias, a diferencia de los terratenientes que obtenían ‘pingües’ ganancias cuando Argentina era “el granero del mundo”.
Para Forte se trata de “reivindicar el rumbo de la historia agraria argentina porque mantener la figura de Roca es mantener la figura de la Argentina de la oligarquía y nosotros pretendemos representar la pampa chacarera”.
El kirchnerismo apoya la idea de Forte, aunque solo como motivo en el revés del billete; tiene en mente otra persona. No. No se trata del ex Presidente fallecido. Para él, en su natal Río Gallegos su nombre sustituyó al de Roca en una avenida que ahora se llama Néstor Kirchner. Proponen a Hipólito Yrigoyen, el primer presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), partido que nació en 1891 y que fue el histórico rival del peronismo desde su aparición en 1945.