El documental “La huella del doctor Ernesto Guevara”, en el que el director argentino Jorge Denti quiso mostrar al líder revolucionario como un joven en constante inquietud por la literatura, la poesía y la arqueología, fue presentado hoy en México.
Denti dijo que el propósito del trabajo fue mostrar a su compatriota Guevara como un joven apasionado por los viajes, la medicina y la antropología, en constante inquietud por la literatura, la poesía y la arqueología, además de haber sido un excelente cronista y escritor de diarios, notas y artículos.
El director aseguró en entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) que el propósito del documental fue apartarse de la vida de Guevara como guerrillero y líder de la revolución cubana y más bien centrarse en contar su faceta intelectual y humana.
“Fue muchas cosas; un gran viajante que tenía diferentes intereses, desde su amor por la literatura o la poesía, un emprendedor excepcional, un fotógrafo que terminó documentando sus viajes por América Latina e incluso la del hombre interesado en la raíz de la gente, en el pueblo”, señaló.
“Pero también como la de practicante de medicina y después médico, cuando emprende su segundo viaje por América Latina que lo traería a México. Elementos que nos permiten ver que fue un joven que desarrolló lo que yo llamo la universidad del viaje, de la vida, ya que por un lado estudió y tuvo una formación de maravilla en la universidad, pero también una formación extraordinaria que llevaba en la mochila y que obtuvo de la vida, del conocimiento, del caminar”, anotó.
El documental de 120 minutos fue coproducido por TVAL producciones y el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) y será presentado oficialmente en México en dos funciones: este domingo 7 de octubre a las 19:30 horas en la Plaza de la República y el martes 9 de octubre a las 19:00 horas en la Sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario.
El film inicia mostrando un “muchachito bello”, desenvuelto, cordial, con una extraordinaria capacidad para investigar, que también destaca por su mezcla de timidez y su descuido en el vestir pero que, sin embargo, tiene altivez y se vincula con la política. A lo largo del documental además se muestra al ávido lector que Guevara fue desde niño, sus gustos por los peces y la poesía de Rubén Darío, su tristeza y desconsuelo por ver cómo y en qué situaciones vivían los trabajadores del campo, cañeros y mineros, quién fue su primer amor y cuáles fueron los primeros textos que escribió en sus diarios de viaje.
“Se observa a Ernesto como un personaje que documentaba constantemente su vida y que tenía un rigor espléndido desde chico. Cómo fue que se dedicó a leer y cómo todo lo que leía lo comentaba y desde ahí comenzó a hacer sus leyendas o apuntes ya sea de las lecturas, novelas o poesía, ya que se adentró en la literatura desde muy chico, en la historia y más grande en la filosofía”, afirmó Denti.
La cinta es narrada por amigos, personas cercanas, científicos, especialistas, escritores y periodistas que han estudiado la vida de Guevara, entre ellos Carlos “Calica” Ferrer, Alberto Granado, Julia Constenla y su hermano Juan Martín Guevara.
En la misma aparecen los viajes que realizó por Buenos Aires, Caracas, Bolivia, San Paulo, Guayaquil, Guatemala, Panamá, Cuzco, Machu Picchu y Lima, el lugar en donde, según describe la película, “Ernesto Guevara conocería la verdadera entraña del marxismo”.
Su llegada a México también es narrada a lo largo del documental, en el que se recrea cómo Guevara se ganó la vida tomando fotografías a la gente, obtuvo una “beca para la lectura”, fue contratado como velador del Fondo de Cultura y como interno en el Hospital General, donde realizó el proyecto: Investigaciones cutáneas con antígenos alimentarios semi digeridos, el cual tuvo una discreta acogida. Más tarde se muestra su faceta de fotógrafo deportivo de una agencia, su boda con Hilda Gadea, la amistad con Raúl y Fidel Castro y cuando tuvo a su primera hija.
Subió además a la cima del volcán mexicano Popocatépetl, viajó y conoció a gente de Boca del Río, Veracruz, o las ruinas de Palenque, situaciones que en el documental permiten ver y conocer su faceta como arqueólogo en la nación norteamericana.
“‘La huella del doctor Ernesto Guevara’, apoyándose en música andina, clásica, son jarocho y tangos, permitirá conocer los primeros hallazgos arqueológicos de Guevara en el Lago Titicaca; las tres capacidades por las que logró ser un gran viajero: sensibilidad, inteligencia y juventud; las únicas y veloces clases que recibió para aprender a manejar una carabina, e incluso el momento en que se cuestionó asimismo quién era”, describe Conaculta.
En el documental también se presentan sus entrenamientos en un gimnasio, en donde aprendió defensa personal, a desarmar a la gente y a correr para convertirse en un guardia destacado con disciplina.
La cinta concluye con el viaje que Guevara emprende en noviembre de 1955 hacia Cuba, momento en el que Denti destaca “viene lo bravo, lo que nunca he rehuido y siempre me ha gustado”.