Amparadas bajo las figuras del cóndor y el toro, en una imagen del mestizaje y representativa de la Yawar fiesta, se dieron las celebraciones del Premio Literario Casa de las Américas 2011. Las actividades académicas, la selección y la entrega de galardones, que programa anualmente la entidad con sede en La Habana, Cuba, se realizaron del 17 al 27 de enero.
Además la iconografía de la Yawarfiesta respondió al homenaje que esta edición del premio realizó al escritor peruano José María Arguedas.
En el 2011 se conmemora el centenario del nacimiento del autor de ‘Todas las sangres’, ‘Los ríos profundos’ y ‘Yawar fiesta’.
El primer día del encuentro fue el vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, quien inauguró la cita; él fue uno de los invitados especiales de la cita literaria junto con el estudioso argentino Stefano Varese. Mientras que, el jueves pasado en el auditorio Che Guevara de La Habana, tras las deliberaciones correspondientes, el jurado leyó los nombres de los escritores latinoamericanos reconocidos en las diferentes categorías.
Para esta edición, el premio que fue creado en 1960, contó dentro del jurado con autores e investigadores como el colombiano Roberto Burgos Cantor, el argentino Martín Kohan, el español Eduardo Becerra, la estadounidense Margaret Randall, el peruano Carlos García Bedoya y el brasileño Marcos de Moraes , entre otros.
En la ceremonia se reconoció a escritores de México, Argentina, Brasil y Cuba, quienes ganaron los premios literarios Casa de las Américas, en novela, cuento, literatura testimonial y brasileña. Mientras la categoría de ensayo artístico literario se declaró desierta, pues a decir del jurado: “ninguno de ellos alcanza el nivel requerido (…) Diversos problemas de estructura, manejo de fuentes, falta de hipótesis fuertes y novedosas en los enfoques, nos llevan a esta decisión”.
El de novela lo ganó el mexicano Gabriel Santander por ‘La venganza de los chachas’ , una obra que a juicio del jurado es “una narración desmesurada, desbordante y gozosamente eximida de las reglas de lo correcto, la contención o proporciones” .
El cubano Emerio Medina triunfó en cuento con su libro ‘ La bota sobre el toro muerto’ , de redacción “precisa y efectiva en un abanico temático que va desde el dramatismo contenido hasta una truculencia que nunca desborda la estética de contención y precisión”. En testimonio, el argentino Carlos Bishoff venció con ‘Su paso’ , un texto profundo y fresco que aborda la represión durante las dictaduras militares de la segunda mitad del siglo XX, y en literatura brasileña, Nelson de Oliveira se alzó con ‘Poeira: demonios e maldiciones’ , “una novela de eficaz estructura” .
Además se otorgaron los premios honoríficos que desde el 2000 entrega la institución.
El escritor uruguayo Eduardo Galeano fue distinguido con el Premio de Narrativa José María Arguedas, por ‘Espejos’, gracias a “la originalidad con la cual el autor emprende una historia personal del mundo, desde los albores de la existencia humana hasta el presente, que mezcla la erudición, la síntesis y el humor”.
A su nombre se sumaron el de la ensayista Ana Pizarro y el del poeta Kamau Brathwaite.
Proaño Arandi publicó en Cuba
El programa del Premio Casa de las Américas 2011 incluyó la presentación de las ediciones cubanas de los libros galardonados en la edición pasada. Entre ellos figura ‘Tratado del amor clandestino’, del ecuatoriano Francisco Proaño Arandi, quien en el 2010 obtuvo el Premio de Narrativa José María Arguedas.
Entonces el acta del jurado señalo que “por su excelente prosa y el ingenioso modo mediante el cual recupera, a través de la memoria, una historia de amor, de locura y de muerte”, la novela del poeta, narrador y diplomático nacido en Cuenca, en 1944, se hacía acreedora al reconocimiento.
La presentación del libro tuvo lugar en el auditorio Che Guevara, el miércoles pasado. ‘Tratado del amor clandestino’ circula en país bajo el sello de Colección Cochasquí, del Consejo Provincial de Pichincha. Además, esta novela fue finalista en el premio Rómulo Gallegos, en el 2009, cuando lo obtuvo ‘El país de la canela’, del colombiano William Ospina.
Otros ecuatoriano ganadores del Casa de las Américas han sido: Jorge Enrique Adoum, quien obtuvo el premio en poesía por ‘Dios trajo la sombra’, en la primera edición del certamen (1960); y, en esa misma categoría en 1982, el poeta Julio Pazos, por ‘Levantamiento del país con textos libres’. Mientras que Christian Avecillas consiguió una mención de honor, en el 2006, por su libro ‘Todos los cadáveres soy yo’ (poesía).