En marzo del 2004, Bernardo Laniado, sustituyó a Carmen Giménez al frente del Museo Picasso de Málaga. Este guayaquileño de 48 años lleva 15 trabajando por Picasso. Y su designación como director del Museo de Picasso de Barcelona, ha sido muy bien recibida por las autoridades y miembros de instituciones catalanas.
Un ecuatoriano dirigiendo uno de los museos más grandes de Picasso en el mundo ¿Cómo llegó allí?
Llevo desde los 20 años dedicado al mundo de los museos. En 1985 empecé a trabajar en el Museo Metropolitano de Nueva York. Desde allí, he ocupado diversos puestos en el organigrama de un museo. En 1998 se me invita a formar parte de la creación del Museo Picasso de Málaga. En 2004 -cuando me desvinculé del museo- me invitaron a ser candidato para dirigirlo. Resulté seleccionado y estuve allí cinco años. Lo dejé el 2009, ese año se abrió un concurso para dirigir el Museo Picasso de Barcelona, donde estoy desde marzo. Mi interés siempre ha estado centrado en la institución museística.
¿Qué significa Picasso para usted?, ¿por qué lo admira?
El trabajar para y con Picasso es un proceso en el cual se está aprendiendo constantemente. Es un personaje fantástico, que escapa a todo tipo de encasillamientos, lo cual es fascinante. Es una persona que ha marcado una época de una manera rompedora y esa la razón por la que es tan famoso. Muchos definen un antes y un después de Picasso. Él cambia, a inicios del siglo pasado, 500 años de historia del arte. Esa es su gran hazaña.
¿Sigue siendo un referente mundial para la pintura contemporánea?
Desde luego. Se ha hablado mucho de que Picasso ha dejado de ser un artista que interese a nuestra contemporaneidad. Estamos preparando una exposición para la primavera del 2014, que demuestra que eso es absolutamente falso, que hay un gran número de artistas en todo el mundo, provenientes de Sudamérica, Asia, África… que siguen dialogan-do con Picasso de una manera directa, estrecha y apasionante.
¿Cómo enfocará su acción en el museo?
Hay un campo todavía por abrir que es la presencia del museo en la Web, nos encaminamos a ser un centro de referencia picassiano en la Red. Esto se comenzará a ver a partir del próximo año. Será un espacio centrado en la colección del museo, nos dedicaremos a estudiarla, investigarla, cuidar de ella y difundirla. Es un trabajo a fondo, a conciencia y serio, sin bombos ni platillos.
¿Qué acciones prepara a corto y mediano plazo?
El próximo año tenemos en verano una exposición centrada en los autorretratos, y en otoño (octubre) una exposición producto de un intercambio con el Museo de Arte de Cleveland, en EE.UU. Será una serie de creaciones relacionadas con su vida -obra fundamental a principios del siglo pasado para Picasso-, que nunca antes se había expuesto en Barcelona. En torno a ella y otra obra relacionada habrá un estudio técnico que nos permitirá conocer cómo Picasso llega al Período Azul.
Los recortes en todos los ámbitos debido a la crisis son significativos, ¿también han llegado al museo Picasso?
No hubo recortes porque manejamos un presupuesto muy austero. Ello no significa que dejemos de atender a nuestros visitantes, a la colección y a los edificios que la albergan.
¿De cuánto es ese presupuesto?
7,5 millones de euros para este año.
Háblenos de la colección del Museo, ¿es una especie de retrospectiva de la obra del artista?
La colección tiene más de 4 000 obras y refleja sobre todo la relación de Picasso con la ciudad de Barcelona. Además, es la muestra más importante del artista joven. El 99% de la producción del Picasso joven -que concluye en 1913- está en este museo. En 1917 Picasso visita una temporada Barcelona y por ello también tenemos una serie de obras cubistas de la época. Luego, en 1958, pinta una serie en honor a Las Meninas de Velásquez, son 57 cuadros. Constituye la única serie de Picasso que se encuentra completa en un solo lugar. A partir de 1963, cuando se inaugura el museo, dona un ejemplar de cada obra gráfica que va produciendo hasta su muerte. Hemos recibido, además, un buen número de donaciones. También tenemos piezas importantes de la Época Azul.
Entonces posee una obra muy completa del artista…
Más bien diría que no hay mejor lugar para conocer a fondo la creación de un genio. Y para entender cómo el Picasso estudiante, el joven, se va formando. Siempre escuchamos a la gente que no tiene conocimiento sobre Picasso cuando ve una obra de los 40 ó 50 decir que no sabía pintar. Es todo lo contrario, él sabia pintar mejor que nadie, lo hacía desde una manera muy concienzuda. Esas personas pueden ver en este museo cómo Picasso fue capaz de deconstruir la pintura para hacérnosla ver de otra manera.
¿Su formación en Arte también la hizo en Ecuador?
No, estudié en el Cristóbal Colón hasta los 14 años. Desde esa edad estudié fuera. Me he especializado en Historia del Arte y en Filología e Historia Española, en Nueva York y en Madrid.
¿Guarda la huella de Ecuador en su forma de ver la vida, el arte?
No, porque es un país que vive todo con mucho drama y yo huyo constantemente del drama.