Más de 300 artistas, 80 exposiciones y 40 galerías hacen de Photoespaña uno de los festivales de artes visuales más prestigiosos del mundo. Su XV edición reúne la obra de Andy Warhol, Richard Avedon, Paz Errázuriz o Alberto García-Alix, íconos de la fotografía universal.
La crisis también ha llegado al festival, que ha reducido su presupuesto un 25% y ha buscado la colaboración de instituciones públicas y empresas privadas.
Madrid es la sede de este acontecimiento, que convoca a unas 700 000 personas cada año y que se celebrará hasta el 22 de julio.
El eje temático de esta edición se titula ‘Desde aquí. Contexto e internacionalización’, un debate sobre la globalización y la identidad local. “Se reflexiona sobre cómo un artista puede hacer un trabajo ligado a su cercanía y tener repercusión mundial”, dice a EL COMERCIO la directora de Photoespaña, Claude Bussac.
Ello ha conducido a que esta vez la temática social, la marginalidad, las guerras o los cuestionamientos políticos tengan más presencia que en otras ediciones.
Paz Errázuriz (Chile, 1944) es un ejemplo claro. Retrata personajes y realidades marginales que pocos quieren o pueden ver. Muestra la resistencia de personas que viven en los márgenes del sistema o que han sido arrastradas a la precariedad. Y lo hace con imágenes de drogadictos, enfermos mentales, personas sin techo o personajes de un circo. “Un artista siempre abrirá espacios de libertad al hacer visibles espacios oscuros o velados de la sociedad”, escribe la artista en el catálogo de su obra, que es parte de la exposición ‘Aquí estamos’, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
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Comparte cartel con Richard Avedon (Estados Unidos, 1923- 2004), quien inmortalizó a Charles Chaplin, Humprey Bogart, Eisenhower o Marilyn Monroe. Un rebelde que se alejó del retrato halagador y mostraba a sus personajes de forma grotesca.
Unos pasos cerca está Lilla Szász. En ‘Madre Michael sube al cielo’ logra captar la decadencia de un grupo de amigos (prostituta, prostituto gay y Michael, quien los recoge de las calles) en Budapest. La joven fotógrafa nos acerca a esa dura realidad desde el respeto y el no juzgamiento. Ella misma mantuvo una relación de amistad con sus personajes durante tres años, hasta el fatal desenlace: el suicidio de Michael.
En la exposición ‘Ansiedad de la imagen’, Lu Nan, muestra las cárceles de Myanmar para los detenidos por tráfico y consumo de drogas. Con grilletes en los pies y con una vida de absoluta precariedad, algunas mujeres son recluidas con sus hijos porque no tienen con quién dejarlos.
Un apartado especial tiene la fotografía latinoamericana. ‘Esquizofrenia Tropical’ es el resultado del visionado de obras que se realizó en Bolivia. Son 14 ensayos fotográficos realizados por 16 autores de seis países, que intentan mostrar la bipolaridad que se vive en nuestro continente en los últimos años; crecimiento económico/optimismo versus violencia/pobreza. La idea de los visionados es escoger artistas latinoamericanos desconocidos en Europa para montar una exposición en Photoespaña. Los comisarios – pueden ser el Conservador del MOMA o el Director del Palais de Tokio, que revisan durante los portafolios de los fotógrafos que han enviado sus trabajos.
Cree que el hecho de que no haya presencia ecuatoriana en el festival no significa que no cuente con autores de calidad. “Talvez a nosotros nos falta acercarnos a Ecuador. Si hacemos un visionado allí, seguramente contaremos con más presencia de sus fotógrafos el próximo año”, señala.
La muestra latinoamericana cuenta con propuestas de Chile, México, Brasil, Bolivia, Argentina, entre otras. Como la de Nicolás Wormull, quien en 365 imágenes plasma un año de vida como padre. Un hombre que cocina, cambia pañales, limpia mocos y prepara la merienda todos los días, “una situación muy poco común para un hombre de América Latina”, dice el autor. Lo que quiere -añade- es llegar a quienes creen que solo las mujeres deben ser las responsables de la crianza de los hijos. Mientras que Lucía Baragli retrata en ‘Adolescere’ la dificultad que enfrenta una madre adolescente en Argentina.
Los fotógrafos españoles también tienen fuerza en el festival, aunque -según su directora- no hay cuotas por nacionalidad.
Testimonio
Alberto García-Alix / Fotógrafo
‘Mis fotografías surgen de una emoción personal’
“El premio Photoespaña 2012 se lo han dado a autores muy importantes de la historia de la fotografía, por lo que me siento halagado. En el momento de hacer mis fotos no pienso nunca en el espectador, sino en la imagen que quiero buscar. Aquella que me apasione y conmueva. Detrás de la cámara estamos obligados a reflexionar sobre lo que vemos. Preguntarnos por qué nos gusta o no nos gusta la imagen. Luego entra lo técnico.
“Creo en la emoción del creador, en lo que le dice su interior cuando busca una imagen. Y creo en el poder de la fotografía a todos los niveles. Es una ventana al mundo, a la vida, que nos ayuda a comprender el momento que vivimos. Cada día nos alimentamos de imágenes a través de la televisión, de los periódicos. Y aunque no busco generar nada cuando hago una foto, sí me gustaría que el espectador sintiera la misma emoción que yo.
“Sigo trabajando con medios analógicos, lo que no quiere decir que no me guste la fotografía digital. Cualquier reproductor de imágenes es un cuarto de juguetes legítimo. No soy el fotógrafo de ‘La Movida’, que es un movimiento más amplio, solo capté mi entorno en esa época, por la cual siento nostalgia”.