Patricio Ponce inaugurará este 19 de noviembre la muestra ‘Pinturas frescas’, que permanecerá abierta hasta el 31 de enero en el Maac, en Guayaquil. En la foto junto a ‘Retrato familiar’, pintura de alienígenas, y al políptico ‘Tres tiempos’. Foto: Mario Fausto / EL COMERCIO.
El “vacío” que dejó un edificio derrumbado en el casco colonial de Quito, en la esquina de García Moreno y Mejía, es llenado por un hombre increíble de color verde flex. Otra de las pinturas de Patricio Ponce planta una parada del metro en la Plaza San Francisco.
En ‘Tres tiempos’, un políptico, el artista propone una evolución del arte desde las figurinas precolombinas, el arte de la escuela colonial quiteña a los personajes de la serie de televisión de los ‘Power Rangers’.
En la muestra ‘Pinturas frescas’, Patricio Ponce (Quito, 1963) pone a mediar a las criaturas y los artistas de la cultura popular, móviles de sus cuestionamientos, con alusiones a la historia del arte. La exposición de 50 obras se toma por dos meses la sala temporal del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (Maac), en Guayaquil.
La exhibición será inaugurada este jueves 19 de noviembre, a las 19:00 y entraña un juego de paradojas, alusiones y dobles sentidos, según el autor. La sala está habitada lo mismo por alienígenas verdes de grandes cráneos y ojos rasgados, que por retratos de estrellas de la música con biografías truncadas.
“Creo en el arte como una forma de cuestionar la realidad, pero también es un juego. Un juego mental, serio, pero juego al fin. Y me interesa mucho la historia del arte y la cultura popular como una fuente de donde puedo tomar contenidos e imágenes”, indicó el artista, que vuelve a exponer en Guayaquil tras una década.
En otra de las secciones de la sala, Ponce exhibe el retrato de un punquero creado sobre el afiche descartado de una Mona Lisa, o convierte en roquero a una escultura de un rostro griego, también reciclada.
“El retrato es el dispositivo del que siempre parto en mis cuestionamientos, quizás porque en algún momento fue retratista callejero”, explicó Ponce, que cuenta con media docena de exposiciones individuales en los últimos 15 años.
La noción del juego está presente en conjuntos como con los que recrea un taller artístico a partir de muñecos reciclados, con pequeñas pinturas de extraterrestres y molduras de esculturas. Se trata de una forma de conectar con una noción de la infancia, según el autor. “Es raro, pero los artistas nunca pensamos en los niños”, dice.
El artista expondrá además 50 dibujos en el marco de la muestra multidisciplinar ‘Se alquila’, que se tomará entre el 20 y el 22 de noviembre los seis pisos del antiguo edificio de diario El Telégrafo, en el centro de Guayaquil.