El paro nacional dejó USD 7,3 millones de pérdidas en la actividad cultural

Gestores culturales y artistas protestaron por la requisición de la CCE por parte de la Policía durante el paro. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Después de los 18 días de paro el sector cultural ya piensa en la reactivación. Una de las propuestas que plantea el Frente de Unidad Cultural de Pichincha para mitigar la crisis es que se vuelva a activar el trabajo entre el sector cultural y educativo.
Sus miembros plantean que el Ministerio de Educación permita que los artistas vuelvan a presentar sus obras en escuelas y colegios. “Además de generar otra fuente de ingreso para el sector, esta medida también ayudaría a generar nuevos públicos”.
La ministra de Cultura María Elena Machuca explica que entre las alternativas para actores y gestores culturales están las líneas de fomento que se manejan desde el Instituto de Fomento a la Creatividad y la Innovación (IFCI). El presupuesto para este año es de USD 6,2 millones y de este monto ya se asignaron USD 1,9 millones.
Asimismo, recuerda que desde marzo pasado rige un beneficio para las empresas que financian propuestas relacionadas a las artes e innovación, patrimonio cultural y memoria social. Este incentivo consiste en el acceso a una deducción del 150% del monto en la conciliación tributaria.
La crisis del sector en cifras
Las estadísticas del Servicio de Rentas Internas (SRI) muestran que en 2021 el ingreso total de las actividades económicas del sector cultural fue de USD 148 millones. Este es un monto inferior al que se registró en 2019 cuando alcanzó los USD 266 millones.
Para calcular los ingresos de este sector se incluyeron seis grupos: actividades audiovisuales y cinematográficas; editoriales y publicación de libros; diseño gráfico, de interior y fotografía especializada.
A estos se suman espectáculos musicales y escénicos así como salas de conciertos y teatros; actividades individuales, productores de obras y clases particulares de arte; y museos y gestión de espacios históricos.
Con base en la información, el Ministerio de Cultura calculó que por cada día de paralización dejaron de percibir cada día, un promedio, de USD 406 930, a escala nacional. En consecuencia, entre el 13 y 30 de junio no se registraron ingresos por USD 7,3 millones.
Para el investigador Jhonatan Cárdenas es importante tener claro que, a diferencia de otros sectores, en el de cultura no se tiene cálculos para niveles de producción diaria. "En un día de paralización de labores en el sector agrícola, por ejemplo, se sabe cuánto no se produjo y por lo tanto cuánto no se vendió, pero eso no pasa en el sector cultural porque es más volátil y estacionario”.
Artistas de Pichincha plegaron
El Frente de Unidad Cultural de Pichincha decidió adherirse al paro nacional. Para Giovanna Valdivieso, vocera de esta organización, la adhesión respondió a que el sector cultural también ha sido afectado por la crisis económica y la falta de políticas públicas, entre ellas el acceso al seguro social.
La segunda Encuesta de Condiciones Laborales en Trabajadores del Arte y la Cultura reveló que el promedio mensual de ingresos de las personas que trabajan en arte y cultura fue de USD 592, en 2020. Esta cantidad descendió a USD 563, entre enero y abril de 2021.
Valdivieso añade que las dos semanas de paro se dedicaron a brindar servicios de alimentación, atención médica y cuidado a los niños y niñas que estaban en los puntos de atención humanitaria.
Espacios que no pararon
El teatro Patio de Comedias está ubicado a unas cuadras de la avenida Patria, uno de los epicentros de las manifestaciones. En este escenario, un grupo de actores dirigidos por Canela Córdoba se dedicó a ensayar ‘Una visita inoportuna’, obra que se estrenó el viernes.
No es indiferencia frente a la situación del país lo que llevó a este grupo a continuar con el montaje de la obra, sino la convicción de que el arte es otra forma de resistencia. “En tiempos de tanta crisis y convulsión -dice Córdoba- el arte siempre nos salva. Es algo que ya experimentamos en la pandemia”.
Otra promotora cultural que se mantuvo en resistencia fue Mariana Andrade. La dueña del OchoyMedio suspendió un festival y estrenos de películas, pero siguió con varias proyecciones. Antes del paro un estreno en este cine de barrio tenía entre 60 y 70 asistentes mientras que esos días los visitantes bajaron a 15 por proyección.
La programación que intentaron mantener estos dos espacios privados contrasta con lo que sucedió en los cinco espacios culturales de la Fundación Museos de la Ciudad y en la mayoría de los 16 repositorios de la memoria de la Red de Museos del Ministerio de Cultura, donde la programación se suspendió durante 18 días.