X está en una librería. Hace poco tomó una decisión importante: en adelante, lo único que regalará a sus conocidos serán libros; no más corbatas, chocolates ni botellas de vino. Así, inculcando a sus familiares y amigos el gusto por la lectura, espera contribuir a que sus amados libros no desaparezcan, como alguna gente vaticina.
Los minutos pasan y X no logra decidirse por ningún título. Tiene delante de sí decenas de novelas que lo han marcado, pero por distintas razones ninguna lo convence como regalo: algunas le parecen demasiado extensas para alguien que no acostumbra leer; otras pueden resultar complejas, incluso densas; otras más pueden ser chocantes. También están las apuestas seguras (las del boom latinoamericano, por ejemplo), pero en ese caso el riesgo es que el agasajado alguna vez las haya leído, aunque sea por obligación.
X empieza a desesperarse. La invitación es esa noche y no es cuestión de tomar una decisión al apuro. Quiere que el libro que regale sea leído y disfrutado hasta el final. Solo así es factible que quien lo reciba se convierta en un lector asiduo. Con no poca pena, X descarta varios de sus libros favoritos y empieza a hojear novelas que nunca ha leído. Después de desechar un par con tufo a ‘best seller’, da con una de un autor italiano, un tal Niccolò Ammaniti, nacido en Roma en 1966. El título es ‘Que empiece la fiesta’ y las críticas de la contratapa y la biografía del autor (que ha ganado premios prestigiosos de Italia) auguran algo bueno.
X se sienta en un sillón y empieza a leer. Un par de horas después, cuando ha devorado las 100 páginas de la primera parte, sabe que ha dado con el libro indicado. Ammaniti lo ha hecho reír con ganas y también ha conseguido que se encariñe con los personajes de la historia: un escritor exitoso con aires de donjuán y el líder de una secta satánica agobiado por su esposa, sus hijos y la hipoteca. X se levanta y va a la caja. Bajo el brazo lleva dos libros. Un ejemplar de ‘Que empiece la fiesta’ para su amigo. Y otro igual para él.
José Hidalgo Pallares
Ganó el Joaquín Gallegos Lara 2005 con el libro de relatos ‘Historias cercanas’.