‘El narrador, el detective y el criminal son la misma persona’

Un tallerista.  Leopoldo Brizuela nació en La Plata y vive actualmente en Buenos Aires, donde da talleres de creación literaria.

Un tallerista. Leopoldo Brizuela nació en La Plata y vive actualmente en Buenos Aires, donde da talleres de creación literaria.

Al momento de anunciar el nombre del ganador del Premio Alfaguara 2012, Rosa Montero, la presidenta del jurado, se refirió a la novela galardonada como un “thriller existencialista”. Y a Leopoldo Brizuela (Argentina, 1963), su autor, le encanta esa definición, según pudo compartir ayer en una rueda de prensa telefónica en la que también participó EL COMERCIO.

“Esta novela es una historia de suspenso, sin duda, pero lo que más me gusta es que el narrador, el detective y el criminal son exactamente la misma persona; se trata de alguien que se ha asesinado de alguna manera a sí mismo”, dijo desde Buenos Aires, donde reside. En esa misma ciudad, ha dictado un sinnúmero de talleres literarios, uno de ellos duró 10 años y estuvo conformado por algunas mujeres de la Asociación Madres de la Plaza de Mayo. Esa experiencia, aseguró Brizuela, influyó en esta novela que en aproximadamente dos meses estará disponible en Ecuador, según la editorial Santillana.

La novela ganadora, que se presentó con el título ‘Una misma noche’, pero cuyo título real -según dijo su autor- es ‘La repetición’, recrea el período de la dictadura militar argentina. En ella el protagonista, Leonardo Diego Bazán, “exorciza un pasado que había querido olvidar” y a medida que va recordando la noche en que, siendo adolescente, presenció una requisa en una casa vecina, va situándose en una circunstancia tan tormentosa como humana: el daño que también se puede hacer desde la cobardía.

Durante la conversación telefónica que tuvo con varios periodistas de América Latina y España, Brizuela también habló de la única anécdota autobiográfica que aparece en la novela: él, en su adolescencia, tocando el piano de su casa mientras hacían una requisa en su propia casa. Hasta ahora dice no saber por qué decidió tocar el piano en una situación tan peculiar. Pilar Reyes, miembro del jurado y directora de Alfaguara en España, intervino para decir que concuerda con Jürgen Dormagen, otro de los jurados, en que la del chico tocando el piano es “una escena tan poderosa que quedará registrada en la literatura de habla hispana”.

En cuanto a la temática de su novela (la dictadura de los 70), que ha sido abundantemente tratada desde las diferentes artes, Brizuela cree que en Argentina este es el momento de recuperar, por ejemplo, a los desaparecidos, “pero en toda su complejidad y no solo como víctimas; porque ahí es cuando se empieza a recuperar la memoria total del ser humano”.

Con su novela, él hizo una suerte de ejercicio nominativo -fruto de sus talleres con la Madres- en el que debía encontrar las palabras que den vida y sentido a tantas cosas que pasaron en esa época y que solo a la distancia, tras los hechos consumados, se pueden digerir y nombrar.

‘El atractivo de la seducción’

Martín Kohan, escritor catedrático de la Universidad de Buenos Aires y crítico literario, quien además debió escribir varios comentarios a la obra de Brizuela (que ha publicado cinco novelas, entre las cuales ‘Inglaterra. Una fábula’ ha sido la que más resonancia y mejor crítica ha tenido), dijo al enterarse del premio: “Me parece que es muy justo”.

Para Kohan y el poeta Juano Villafañe (quien visitó el país el año pasado para ‘Quito Ciudad de Letras’), director artístico del Centro Cultural de la Cooperación, una de las grandes virtudes de Brizuela es su capacidad de estructurar una obra “con consistencia, algo muy difícil de encontrar en muchos narradores, que tienen muchos altibajos. No es su caso”, afirma Villafañe.

“Tiene una combinación perfecta entre una escritura muy sólida y una capacidad narrativa para atraer a los lectores –dice Kohan–. También posee una idea muy acabada de cómo construir una trama –dirá por su parte Kohan–. Además, sabe lo que es la seducción narrativa. No todos los escritores piensan en la seducción, pero en el caso de Leopoldo Brizuela su narrativa tiene como base un fuerte atractivo”.

El hecho que esta novela sea una evocación a la dictadura, un tema recurrente en la literatura argentina desde 1983 hasta la fecha, Villafañe lo atribuye a que “las condiciones que dieron lugar a la dictadura no se han terminado de resolver y en el circuito cultural el duelo sigue porque aún hay responsables militares y civiles. Nosotros vivimos todavía una posdictadura”.

Él –al contestar una pregunta de si política y socialmente este momento en Argentina se puede comparar con un alba– aseguró que las ideas de que es posible un alba es cuestionable, pues todo es únicamente un proceso, que continúa y que no es lineal.

15 años del premio

El escritor argentino recibirá 175 000 dólares y una escultura de Martín Chirino por ser el ganador de la decimoquinta edición del premio español. Además su obra se traducirá a varios idiomas. La convocatoria para el premio Alfaguara 2012 es la que más manuscritos ha recibido: 785 (25 de ellos correspondieron a autores ecuatorianos).

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