El museo Magritte cierra sus puertas temporalmente

El museo dedicado al pintor surrealista René Magritte en Bruselas, Bélgica, cierra temporalmente sus puertas al público. Esto se debe a que se llevarán a cabo obras de mejora en sus instalaciones, especialmente en lo que se refiere a la ventilación y el aire acondicionado.

En concreto, la pinacoteca estará cerrada desde hoy hasta el 31 de enero, según informa el propio museo a través de un comunicado difundido en su página web.

El comunicado además asegura que la remodelación es necesaria y que se emplearán los avances tecnológicos más recientes.

Paralelamente a las mejoras en la climatización, el museo aprovechará el cierre para renovar las salas y llevar a cabo, por ejemplo, trabajos de pintura. Los trabajos se efectuarán con la garantía de que se respetarán las reglas de conservación de las obras del pintor surrealista, precisó el museo.

El museo Magritte, que abrió sus puertas el 2 de junio del 2009, tiene como sede el edificio Altenloh, que pertenece a los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, en la plaza Real de Bruselas.

Gran parte de la obra de Magritte se encuentra dispersa en galerías y colecciones privadas. Sin embargo el museo abarca la mayor colección de sus creaciones por lo que es la referencia mundial del pintor belga.

Antes de que el museo cumpliese un año de su inauguración, el lugar ya había acogido a más de 500 000 visitantes.

La muestra del pintor reúne obras pertenecientes a los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica; a los legados de la escritora belga Irne Scutenaire-Hamoir y de su esposa y musa, Georgette Magritte, y a las aportaciones de colecciones particulares y de instituciones públicas y privadas.

La colección refleja la evolución ideológica y estética del pintor, marcada por la influencia del anarquismo, el dadaísmo y el comunismo. Su obra es una permanente invitación a la reflexión a partir de los objetos más cotidianos. Por ello, su obra a veces es calificada como “realismo mágico”.

Multidisciplinaria, la colección expuesta al público es la más rica del mundo. Reúne más de 200 obras, desde óleos, dibujos, esculturas y objetos pintados, hasta carteles publicitarios, partituras musicales, fotografías o películas realizadas por el propio Magritte.

A Magritte le gustaban los acertijos y nunca desveló todos sus secretos y mucho menos el número de sus obras. No pudo evitar sin embargo que, sobre todo durante los últimos años de su vida, tanto los coleccionistas como las grandes instituciones se peleasen por adquirirlas, y no hay museo de arte moderno en el mundo que se precie que no tenga una obra de este pintor surrealista.

Él a veces jugaba con ellos y ahí están las diferentes versiones de algunos de sus cuadros más famosos, como el mismo Imperio de las Luces, del que realizó al menos tres versiones: dos están Nueva York (una en el MoMA y otra en el Guggenheim) y otra, en Bruselas.

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