En una imponente edificación del siglo XVI, en el centro de la capital, signos y símbolos precolombinos y coloniales forman parte de la exposición del artista plástico Aníbal Villacís.
La muestra ‘Aníbal Villacís, símbolos y signos de nuestra sangre’, que se exhibe en la sala que lleva el mismo nombre del artista, en el Museo de Arte Colonial, está compuesta por 29 cuadros entre pictografías y lienzos que revelan el ímpetu, la fuerza, la cosmovisión andina y el espíritu humanista que forman parte de la personalidad de este artista.
Ambateño de nacimiento, Aníbal Villacís incursionó en el arte desde muy pequeño. En una reseña hecha por Marco Antonio Rodríguez, él señala que “Aníbal es más bien pequeño y menudo, amable y frágil, lúcido y creativo, forjado, eso sí, en el metal más noble y obstinado”.
En sus primeros años se aficionó por la tauromaquia. El arte taurino fue poco a poco desplazado por los mosaicos. Esto último le hizo acreedor a dos becas: una en Francia, otorgada por el gobierno de Velasco Ibarra en 1952, y otra a España, por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid.
A partir de sus experiencias artísticas en Europa, donde recibió lecciones de Cuixart, Tapies y otros maestros, Villacís incursionó en el informalismo y el lirismo abstracto. Con el tiempo, en sus obras se conjugaron formas, contextos, objetos y colores relacionados a su realismo andino.
Cuando el visitante recorre la muestra, este se ve envuelto en un mundo de signos. Al subir las escaleras hacia la sala de la muestra, una ‘Columna de rostros’ saluda al atento espectador que abre sus ojos para contemplar figuras y formas llenas de luz y color. La mayoría de los cuadros llevan pinceladas que en conjunto entablan un diálogo entre el artista y el asistente. Son obras llenas de vigor.
La exposición se encuentra abierta de martes a sábado, de 09:00 a 17:00 y de 10:00 a 14:00, en el Museo de Arte Colonial (Cuenca y Mejía esq.).