La muestra fotográfica 'Norte' se puede ver hasta fines de abril en Yaku

Birte Pedersen, junto a tres de las 64 fotografías que componen la muestra 'Norte'. Alfredo Lagla / EL COMERCIO

¿Qué se puede hacer en Islandia en invierno, cuando la luz del sol asoma escasamente de once de la mañana a dos de la tarde, o máximo hasta las tres? Seguramente, de todas las posibilidades, la que escogió Birte Pedersen es una de las más atractivas: aprovechar esa luz fría y transparente para tomar fotos y rescatar de entre la niebla y la nieve cientos de imágenes difíciles de igualar en poesía visual.
La muestra 'Norte' (que se exhibe hasta finales de mes en Yaku Museo del Agua) recoge 64 de esas fotografías que Pedersen logró con paciencia e imaginación a inicios del 2013, en Islandia, en una residencia artística que le permitió plasmar una vez más sus ideas y añoranzas siempre relacionadas con ese punto cardinal.
El norte como norte suena redundante, y talvez lo sea, pero no por eso es menos interesante. A través de la mirada de esta fotógrafa noruega alemana, afincada en Ecuador hace aproximadamente 30 años, el espectador logra hacer un viaje hacia su propio norte (imaginario o no) siempre haciéndose preguntas, nunca desde los caminos seguros de la literalidad, sino desde los retos que impone la abstracción. "Quiero -dice Pedersen- que el público vea sus propias ideas en cada foto, que no tiene que ser lo mismo que yo he visto".
La supremacía de las ideas por sobre la técnica o los discursos -a los que son tan afectos algunos artistas actualmente- queda validada en 'Norte'. Pedersen logra desde una austeridad técnica, que se compensa con creces desde la creatividad, mover diferentes fibras y generar curiosidad en el público que accede a su obra.
Así, las texturas de pequeños charcos congelados y descongelados un sinnúmero de veces, fotografiados a medio metro del suelo, parecen grandes paisajes captados por sofisticados equipos espaciales, o al menos desde una helicóptero. Pero no, en estas imágenes, que invitan a soñar y a hacerse preguntas, prima la imaginación.
La museografía acompaña el espíritu vital de la muestra. Víctor Hoyos y Paulina Jáuregui lograron a través de urnas, lupas y paneles ubicados en distintos niveles y posiciones una muestra que invita a permanecer despierto, disfrutando de una experiencia estética.
A esto se suma el componente interactivo que invita al visitante a contar su propia historia a partir de una serie de fotos y así, de alguna manera, caminar junto a la fotógrafa hacia un norte común, posible únicamente desde el arte.
En Contexto. Birte Pedersen ha participado en dos muestras colectivas en Ileana Viteri Galería (ambas sobre naturaleza); esta es su primera exposición individual. Ha publicado dos libros (en Ecuador y España) de fotografía sobre arte funerario popular.