‘Esta exposición quiere ser un diálogo intercultural”; estas son las palabras con las que califica Cyrille Gouyette, director de la unidad de la educación artística del Museo de Louvre, a la muestra ‘Tocar, mirar, sentir’, que se inauguró ayer en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE).
En 1995, la Galería de Louvre organizó una exposición táctil en la cual se presentaron réplicas de esculturas como la Venus de Milo, el Gladiador Borghese, entre otras, con el fin de ser apreciadas, a través del tacto, por el público no vidente. Al notar la buena concurrencia del público, en el 2000 se decidió hacerla una muestra itinerante, que hasta el momento ha recorrido 15 países, entre los que se encuentran República Dominicana, Colombia y Ecuador, en Latinoamérica.
La muestra está conformada por 16 réplicas de obras que van desde la antiguedad hasta el siglo XVII. Junto con estas, el Centro Cultural de la PUCE ha aportado con 16 réplicas de arte precolombino de su colección privada. La temática para la selección de las obras fue, según Gouyette, “la influencia de la antiguedad sobre los artistas clásicos y modernos”.
Para los organizadores, la fusión entre el arte europeo y el precolombino permite a los espectadores hacer un recorrido “entre las épocas, entre las civilizaciones”.
Gabriela Costa, miembro del comité organizador de la exposición, señala que el nombre de la muestra cumple una triple funcionalidad. Tocar para descubrir con el tacto lo que la escultura quiere exponernos; mirar, ya que contiene tanto 16 réplicas del Louvre como 16 piezas precolombinas para ser observadas por el público vidente; y sentir con la finalidad de que el público asistente se sensibilice mediante una nueva forma de apreciar al arte.
‘Tocar, mirar, sentir’ estará abierta hasta el 22 de diciembre y del 2 al 11 de enero del 2011.
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