El escritor cubano Leonardo Padura se encuentra de gira en Estados Unidos para hablar de su último libro, ‘El hombre que amaba a los perros’, que narra la historia desconocida para muchos cubanos sobre el asesinato de León Trotski por el catalán Ramón Mercader, y que, según el autor, cuestiona si la fe política justifica que alguien “se convierta en asesino”.
Padura, tras hablar en la Universidad de Princeton y pasar por Miami, fue al Instituto Cervantes de Nueva York. Ante un apasionado público, explicó que la historia de Mercader, un catalán comunista que mató a Trotski por encargo de Josef Stalin (Stalin y Trotski rivalizaban por el liderazgo del partido) y que acabó los últimos años de su vida en Cuba, había estado totalmente oculta para los cubanos.
“Quería que Cuba supiera esta historia. Todavía formamos parte de ella y tenemos derecho a saberla”, dijo Padura. “A mí me llevó cinco años informarme de todo ello”, añadió explicando que la razón era la falta de bibliografía. “Me dediqué dos años a estudiar la revolución rusa y la guerra civil española, que ha sido prácticamente rescrita a partir de los archivos rusos, y luego tres años a seguir investigando y a escribir el libro”.
A pesar de que en el 2009 la editorial catalana Tusquets publicó la obra, no fue hasta hace un mes que se presentó la edición cubana en la isla. “Porque entre los problemas que tenemos, está el del papel”, apuntó el escritor. Para Padura, este es un libro ambicioso, que no deja de hablar de parte de la historia de un “proyecto que se frustró con la caída de la Unión Soviética”.
Preguntado sobre si es una crítica hacia Cuba, ante el hecho de que el libro cuestiona hasta qué punto la convicción política puede llevar a tomar decisiones extremas, Padura contestó que ese interrogante puede aplicarse a muchos países y también a la religión. El escritor contó además que en su próxima novela volverá a recuperar al personaje más famoso de sus obras policíacas, el detective Mario Conde.
Padura se mostró contento de poder estar en Estados Unidos tras haber estado 10 años sin visado. El año pasado pudo ir a Puerto Rico. “Vivo en Cuba y seguiré viviendo en Cuba”, dijo por otro lado al hablar sobre el hecho de que España le diera la ciudadanía recientemente.