El 21 de agosto de 1911, el Museo del Louvre en París fue escenario de uno de los robos más audaces de la historia del arte: la desaparición de la Mona Lisa.
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Este evento no solo conmocionó al mundo, sino que también transformó a la obra maestra de Leonardo da Vinci en un ícono cultural global.
La Mona Lisa desaparece
En la mañana del lunes 21 de agosto, los empleados del Louvre descubrieron que la Mona Lisa había desaparecido.
La pintura, que permanecía colgada en el Salón Carré, no estaba en su lugar habitual. Al principio, se pensó que la obra fue retirada para ser fotografiada, pero pronto se confirmó que había sido robada.
El ladrón, Vincenzo Peruggia, un pintor y cristalero italiano que había trabajado en el Louvre, aprovechó su conocimiento del museo para llevar a cabo el robo.
Peruggia se escondió en un armario durante la noche y, al amanecer, salió de su escondite, retiró la pintura de su marco y la ocultó bajo su ropa. Luego, simplemente salió del museo sin ser detectado, a decir de la BBC.
La investigación
La noticia del robo se difundió rápidamente, y la policía francesa inició una investigación exhaustiva. Se ofreció una recompensa de 25 000 francos por información que condujera a la recuperación de la pintura.
Entre los sospechosos iniciales se encontraban el poeta Guillaume Apollinaire y el pintor Pablo Picasso, a quienes se los interrogó, pero finalmente quedaron liberados por falta de pruebas, según National Geographic.
La recuperación
La Mona Lisa permaneció desaparecida durante más de dos años. En diciembre de 1913, Peruggia intentó vender la pintura a un comerciante de arte en Florencia, Alfredo Geri. Geri, sospechó del origen ilícito de la obra y contactó a las autoridades. Peruggia fue arrestado y la Mona Lisa devuelta al Louvre en enero de 1914, de acuerdo con información de CNN.
Motivaciones del ladrón
Peruggia afirmó que su motivación para robar la Mona Lisa era patriótica. Creía que la pintura debía ser devuelta a Italia, su país de origen. Sin embargo, muchos historiadores creen que su verdadero motivo era el dinero. Peruggia esperaba vender la pintura y obtener una gran suma de dinero, según The Art Newspaper.
Impacto cultural
El robo de la Mona Lisa tuvo un impacto significativo en la percepción pública de la obra. Antes del robo, a la pintura se la conocía, pero no tenía el estatus icónico que tiene hoy.
La cobertura mediática del robo y la posterior recuperación de la pintura catapultaron a la Mona Lisa a la fama mundial. La obra se convirtió en un símbolo de la cultura popular y en una de las pinturas más reconocidas del mundo.