Messi, Cristiano y el ocaso de una intensa rivalidad

El portugués Cristiano Ronaldo, ‘crack’ de la Juventus. Foto: Reuters

La rivalidad puramente deportiva no existe en la cancha y menos afuera del juego. Aunque existen los puristas de la técnica, es inevitable que el sentimiento de confrontación de los deportistas y los hinchas esté enmarañado con otras rivalidades, como las políticas, las religiosas, las económicas o las fronterizas.

Eso explica, por ejemplo, la alta tensión desparramada en el ajedrez en los años 70, en medio de una Guerra Fría que parecía desembocar en una confrontación nuclear entre Occidente y el Pacto de Varsovia. 30 años después de la caída del Muro de Berlín, hay poco de ese tufo ideológico en los campeonatos de ajedrez y nunca más hubo una cobertura tan grande como la que recibió el duelo entre el estadounidense Bobby Fischer y el soviético Boris Spassky de 1972.

Muchos elementos han hecho de la rivalidad entre el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo la más intensa y larga de la historia del fútbol. Sí, más que la del argentino Diego Armando Maradona y el brasileño Pelé, que solo chocaron en los sets de televisión y jamás en una cancha, pues los separaba una amplia diferencia de edad. Fue un duelo meramente verbal.

El duelo de ‘La Pulga’ y ‘CR7’ se ha vivido en el terreno de juego desde el punto de vista técnico del balompié y de la cosecha de trofeos; pero también abarcó los medios de comunicación, las finanzas, la política y la institucionalidad.

No hubo otro futbolista que lograra meterse en medio, como sí le pasó al tenis con la irrupción del serbio Novak Djokovic en la pugna que sostenían el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer por la supremacía del deporte blanco. Ni el sueco Zlatan Ibrahimovic ni el español Andrés Iniesta ni mucho menos el brasileño Neymar, entre otros, pudieron entrometerse en este debate que animó a los hinchas por una década entera.

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