No es de tinta sino de piedra, no hay papel más bien montaña. El inca construyó Machu Picchu hace centurias y hace un siglo Hiram Bingham develó ante el mundo las ruinas; pero fue en 1943, cuando el testimonio milenario y mineral maravilló a Pablo Neruda: “Fue un encuentro decisivo en mi vida”.
Desde entonces, con ‘Alturas de Machu Picchu’, incluido en el ‘Canto general’, cumbre creativa del poeta chileno, la ciudadela inca nació como motivo poético: como personaje al que se le interpela o como espacio para la emoción y la reflexión.
Mas no ha sido solo Neruda quien ha recogido el saber de Machu Picchu en la poesía. También suenan los versos del nicaragüense Ernesto Cardenal y de los peruanos Martín Adán, Juan Gonzalo Rose, Danilo Sánchez Lihon, César Toro… Machu Picchu, a través de sus poesías, es lo eterno y lo indescifrable, el misterio que encierra al mundo, al pensamiento andino, a la identidad. Las meditaciones se gestan en torno al tiempo y a la finitud, a la memoria y al conocimiento ancestral; a la comprensión del ser espiritual. Pero también hay textos, como el de Cardenal, que apuntan reflexiones de carácter social, entonces Machu Picchu es testimonio enfrentado a la conquista y a la modernidad.
El secreto de Machu Picchu
Ernesto Cardenal (fragmento)
No tuvieron dinero,
el oro era para hacer la
lagartija
y no monedas
los atavíos
que fulguraban como fuego
a la luz del sol o las hogueras
las imágenes de los dioses
y las mujeres que amaron
y no monedas.
Millares de fraguas brillando en la noche de los Andes
y con abundancia de oro y plata /no tuvieron dinero
Alturas de Machu Picchu
Pablo Neruda (fragmento)
VI
Entonces en la escala de la tierra he subido / entre la atroz maraña de las selvas perdidas/ hasta ti, Machu Picchu.
Alta ciudad de piedras escalares,/ por fin morada del que lo terrestre / no escondió en las dormidas vestiduras.
En ti, como dos líneas paralelas, / la cuna del relámpago y del hombre / se mecían en un viento de espinas.
Madre de piedra, espuma de los cóndores.
La mano desasida
Martín Adán (fragmento)
…Y yo me moriré
Porque no me basto.
Pero tú vives, Machu Picchu,
Piedra que se está en su alto.
Piedra que me representa,
Piedra que se está gastando.
Nada será después de mi
momento,
Todo ya era cuando yo nacía.
Tras de mi muerte no moriré nunca,
Siempre comenzará la vida…
Más allá de ti no hay nada
Danilo Sánchez L. (fragmento)
Machu Picchu,
más allá de ti no hay nada. En ti está
la casa, el altar y la morada
de los dioses.
Más allá de ti ya no se sube
a ninguna parte.
Todo está en ti. Tú contienes
lo vastoy lo hondo.
¡Aquí –en ti– es cuándo,
dónde, qué, quién, cómo!…
Padre Machu Picchu
Juan Gonzalo Rose
Machu Picchu, dos veces
me senté en tu ladera
para mirar mi vida.
Para mirar mi vida
y no por contemplarte,
porque necesitamos
menos belleza, Padre,
y más sabiduría.