‘Más vale tarde que nunca”, opinó el escritor peruano Mario Vargas Llosa sobre la concesión tardía del Cervantes a la española Ana María Matute, en una frase que bien podría aplicarse al propio escritor peruano. Porque hasta el 2010 no pudo adueñarse del Nobel, para confirmar que este año estuvo signado por una especie de resurgimiento de las letras latinoamericanas.
Dueño de un magistral manejo del idioma con el que enseñó América Latina al resto del mundo, Vargas Llosa (nacido en Arequipa, en 1936) se encargó de enfatizar que el Nobel de Literatura no solo premia a un literato. “También lo hace a la lengua en la que escribo, la lengua maravillosa que es el español”.
El autor de ‘La ciudad y los perros’ y ‘Conversación en La Catedral’ tuvo palabras para su patria, “Perú me ha dado las experiencias básicas de todo lo que escribo”. El otrora derrotado candidato presidencial publicó además en noviembre su nueva novela, ‘El sueño del celta’, que se convirtió en un importante éxito en las librerías del mundo. El entusiasmo por la adjudicación del Nobel también repercutió de inmediato en las ventas de las obras previas del peruano.
Otra muestra del reposicionamiento de la literatura en español en el mapa mundial literario fue la participación de Argentina en la Feria del Libro de Fráncfort, con una nutrida delegación de escritores de todas las generaciones, y que también propició numerosas traducciones.
Tras el cierre de la cita editorial más importante del mundo, su director, Jurgen Boos, consideró que se está produciendo “un resurgimiento de la literatura en América Latina”.
Sin embargo, 2010 vio frustrarse la máxima cita del idioma español en Valparaíso. El sismo que devastó Chile a fines de febrero también dejó como uno de sus coletazos la cancelación definitiva del V Congreso Internacional de la Lengua Española, que tenía previsto rendir homenaje a los premios Nobel chilenos Pablo Neruda y GabrielaMistral (la primera en recibirlo).
Asimismo, 2010 fue el año de partida de otro Nobel: José Saramago, el primer portugués en conquistar este galardón.
Argentina, por su parte, despidió al reconocido periodista y escritor Tomás Eloy Martínez (‘Santa Evita’), así como al irreverente escritor Rodolfo Fogwill.
En el año de conmemoración del centenario de los nacimientos del poeta Miguel Hernández y Gonzalo Torrente Ballester, España perdió a un referente indiscutible de su literatura del siglo XX, el autor de ‘Los santos inocentes’, Miguel Delibes.
México, en cambio, se condolió del fallecimiento del gran cronista de su cultura popular Carlos Monsiváis y de los escritores Carlos Montemayor y Germán Dehesa. La compatriota de Monsiváis y flamante ganadora del Premio Feria Internacional del Libro (FIL) de Literatura en Lenguas Romances, Margo Glantz, evocó a su amigo entrañable durante la FIL de Guadalajara, que asimismo rindió homenajes póstumos a Saramago y Eloy Martínez.
Glantz, de 80 años, también celebró el tardío galardón de las letras hispanas para Ana María Matute, de 85: “No sé por qué esperan que las escritoras se vuelvan viejas para premiarlas. Hay una gran tendencia a no reconocer a las mujeres”.
Sin embargo, 2010 aportó algunas satisfacciones a las escritoras además de la cosechada por la catalana Matute, la tercera mujer que obtiene el Cervantes. Su compatriota Soledad Puértolas pasó a ser la quinta mujer en sentarse en el selecto club de la Real Academia Española (RAE), a la vez que la argentina Claudia Piñeiro pudo celebrar distinciones por partida doble, el Sor Juana Inés de la Cruz en México y el LiBeraturpreis en Alemania, y la chilena Isabel Allende recibió, entre polémica, el Premio Nacional de Literatura de su país.
Y en otro hecho relevante del año literario, la prestigiosa revista británica Granta hizo por primera vez una lista de los 22 mejores escritores en español menores de 35 años y les dedicó un número con sus textos. Entre los elegidos se cuentan los españoles Andrés Barba, Sonia Hernández y Elvira Navarro, así como los argentinos Oliverio Coelho, Lucía Puenzo, Andrés Neuman y Samanta Schweblin.
Asimismo aparecen en la nómina de ‘estrellas literarias del futuro’, entre ellas el boliviano Rodrigo Hasbún, el peruano Santiago Roncagliolo y el chileno Alejandro Zambra.
La publicación trimestral británica no ahorró elogios para las letras iberoamericanas: “De Borges a Bolaño, el idioma español nos ha dado algunos de los escritores más queridos de los siglos XX y XXI (…) es hora de preguntarse quién será el próximo en esta apasionante tradición”.
José Saramago
Este año, la muerte del Nobel portugués José Saramago enlutó al mundo de las letras. Su último libro fue ‘Caín’.
Hernán Rivera
El ex minero chileno Hernán Rivera Letelier fue una de las revelaciones literarias; ganó el Alfaguara de novela.
Mario Vargas Llosa
El 7 de octubre pasado la vida de Mario Vargas Llosa dio un vuelco al ser merecedor del Nobel de Literatura.
Eduardo Mendoza
El catalán Eduardo Mendoza se llevó el Premio Planeta de novela, que otorga una suma de 601 000 euros.
Carlos Monsiváis
Carlos Monsiváis fue el cronista de la cultura popular mexicana; este año, tras una larga enfermedad, murió.
Tres libros premiados durante el 2010
El premio mejor dotado de la escena hispana, el Planeta de Novela, fue para Eduardo Mendoza, por ‘Riña de gatos’, ambientada en Madrid en los meses previos a la guerra civil.
‘El arte de la resurrección’, con Domingo Zárate Vera, el Cristo de Elqui, como personaje principal, le valió al chileno Hernán Rivera Letelier el XIIIPremio Alfaguara.
Otro galardonado fue el colombiano Antonio Ungar, quien obtuvo el Premio Herralde con ‘Tres ataúdes blancos’, calificada como una sátira de la política en la región.