La falta de asignaciones afecta a la Bienal Internacional de Cuenca. Desde enero pasado, los preparativos para la XI edición del certamen, que se realizará en noviembre del 2011, prácticamente están paralizados.
En estos ochos meses no se ejecutó el denominado plan operativo, que por primera vez tiene la institución. Allí se contemplaron actividades como investigaciones, exposiciones, publicaciones y labores formativas.
Al cuencano, Juan Pablo Ordóñez, ganador de la IX edición de la Bienal, le preocupa que la institución no realice esas actividades culturales, porque reduce el espacio para los artistas.
El director de la Bienal, Diego Carrasco, explica que el Ministerio de Cultura no ha podido transferir USD 300 000 a la institución porque la nueva Constitución prohíbe que las fundaciones reciban dinero del Estado.
Desde hace un año, la Bienal tiene la personería jurídica de Fundación. Antes era adscrita al Ministerio de Educación y se cambió por la autonomía y para buscar fondos en el exterior.
Según el subsecretario de Cultura en el Austro, Trosky Serrano, el Estado obliga a que los recursos que entrega sean transparentados. Pero en el caso de la Bienal, al tener la figura de Fundación, no tiene la obligación de hacerlo porque es autónoma.Por ese problema, los representantes de la Bienal, Ministerio de Cultura y Municipio de Cuenca se reunieron el lunes pasado. Según Serrano, se entregarán los fondos para evitar que la Bienal retrase más sus actividades. A cambio, la Bienal que está adscrita al Municipio buscará una solución definitiva. Se analizan opciones como convertirse en consorcio o empresa.
Con ello se prevé que los USD 300 000 sean transferidos la próxima semana, según Serrano. Además, el Municipio incrementó en USD 20 000 su aporte anual. En total serán 50 000.
Pero aún hay temas por solucionar. Carrasco explica que la institución al seguir siendo Fundación no puede usar dinero de del Estado para cancelar tres meses de sueldo a sus 12 empleados, servicios básicos, materiales de oficinas y otros rubros.
El pago de salarios se hará con el rubro que asignará el Cabildo. Mientras que el dinero que dará el Ministerio de Cultura servirá para el funcionamiento de un departamento de curaduría.
Para Carrasco, es necesario realizar una reingeniería de la Bienal, por eso habrá exposiciones adicionales a las que tradicionalmente se han hecho en los meses previos a la inauguración, y talleres para escuelas y colegios. Para ello, el Ministerio de Cultura ejecuta desde hace unos seis meses un plan de fortalecimiento en la entidad, que busca su reestructuración.
Allí se prevén cambios para la siguiente edición, como el fortalecimiento de las artes plásticas. Y se buscan más espacios para exhibir las obras, incluso en las zonas rurales.
René Cardoso, ex presidente de la Bienal de Cuenca, sugiere otras opciones, entre ellas buscar alianzas con organismos internacionales como museos.
En la anterior edición se recurrió al Centro de Arte Contemporáneo de La Habana Wilfredo Lam. Esto permitió bajar los costos de curaduría y otros gastos, según Cardoso.