Jorge Basilago buceó en la poesía hecha canción de Mario Benedetti

Vicente Costales/EL COMERCIO

Escudriñar las canciones escritas por Mario Benedetti fue el propósito de Jorge Basilago (Argentina) quien junto a Guillermo Pellegrino (Uruguay) escribieron ‘La canción de Mario. Benedetti musicalizado’, una de las dos obras ganadoras del I Concurso Internacional de Ensayo Mario Benedetti, que organizó la fundación que lleva el nombre del célebre escritor uruguayo.
Amante del fútbol, la poesía y el tango, Basilago (Buenos Aires, 1974) es un periodista que piensa que el papel del comunicador debe ir de la mano de la duda. “El trabajo del periodista es necesariamente preguntar; es dudar, ya que esto te lleva a indagar más en las fuentes”, comenta el argentino, que tuvo que investigar más de 70 canciones de Benedetti para empaparse de sus letras y de sus musicalizadores.
‘La canción de Mario. Benedetti musicalizado’ es un ensayo dividido en cuatro capítulos. Los dos primeros tienen como objetivo el hacer un recorrido histórico entre la poesía de Benedetti y la música que nació de ella.
En el tercer capítulo “encaramos todo lo que es la obra de Benedetti, que son más de 70 canciones compuestas”, señala Basilago. Y es que en este capítulo fue que el escritor cambió su papel por el de investigador para revisar las obras musicalizadas que datan de 1979 a 1998. “Fue un reto que nos llevó hasta Serrat y a tratar de conseguir una entrevista con él”, añade.
Para el capítulo final, los autores centraron sus esfuerzos en conocer la relación histórica entre la producción de Benedetti y su trascendencia en el tiempo.
Entre papeles, poemas y canciones, Basilago, quien lleva cuatro años en Quito, vive su labor periodística acompañado de las letras de autores como Benedetti (desde que era joven) y de Gabriel García Márquez. ¿La razón? “Ellos también fueron periodistas en su tiempo”.
Para el argentino, que camina con un libro en su mochila y prefiere estar apartado de los teléfonos celulares, la literatura ha sido un medio para construir un ‘criterio formado’. “Hay que leer, solo así alcanzamos a comprender”, dice Basilago un poco apenado con un tiempo en el que leer y escribir es una afición de pocos.
Es así que él recuerda sus paseos por el tren en Buenos Aires. Momentos en los que, con libro en mano, brotaban de sus ojos una que otra lágrima al pasar la vista por los poemas de Benedetti. “Siempre fui muy sensible con la obra de Mario, más que nada con sus poemas, que versan sobre los abusos de poder”.
Entre sus recuerdos, desempolva aquellos que hablan sobre el periodismo. Lleno de frases aprehendidas, mientras conversa incluye pensamientos que alguna vez leyó. Entre ellos, el que más recuerda es: “Una sala de redacción no debe estar llena”. “Los reporteros deben estar en las calles, allí donde la información se la vive y siente”, comenta.
Ya sobre el periodismo ecuatoriano, él señala que este es, sin duda, perfectible. Además, añade que se deben aumentar las responsabilidades que tiene el periodista para que logre transparentar la información con las pruebas suficientes.
Pero no hay que olvidar -afirma- que nuestro objetivo es escribir bien y con sentido; que tenemos una responsabilidad muy grande entre las manos y no podemos ser ingenuos ante ella.
Sobre el premio
Las otra obra ganadora es ‘Soñar la palabra’, del uruguayo Gerardo Ciancio.
La premiación será llevada a cabo el 14 de septiembre, en el Paraninfo de la Universidad de la República (Uruguay).
El premio es de USD 10 000.
HOJA DE VIDA
Jorge Basilago
Su experiencia. Estudió en el Instituto de Ciencias de la Información. Trabajó en el diario Clarín (Argentina). Es corresponsal de la revista Radio World América Latina y TV Technology.
Su punto de vista. El periodista debe aprender a dudar para perfeccionarse.