La indignación apela al arte de la Documenta

Los activistas del movimiento Occupy desplazaron sus protestas hasta la Documenta, la feria de arte contemporáneo más importante del mundo.

Una de las sedes de la tradicional muestra en la ciudad alemana de Kassel amaneció con un campamento de 28 tiendas blancas en su frente, en las que están escritas palabras como codicia, soberbia y envidia.

Son los pecados capitales de este tiempo, explicó un portavoz del movimiento ante la instalación, que de algún modo encajó con la propuesta vanguardista y experimental de Documenta.

Los directivos de la muestra discutieron qué medida tomar y llegaron a la conclusión de que no tomarían ninguna. “No vamos a permitir que se lleven las tiendas”, explicó una portavoz. Según esa fuente, la protesta fue celebrada por la directora artística de Documenta, Carolyn Christov-Bakargiev. El movimiento ‘Occup’ viene ocupando sitios simbólicos del capitalismo, como la sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort.

Se calcula que unas 750 000 personas visitarán la edición número 13 de Documenta, que tiene abiertas sus puertas hasta el 16 de septiembre. Una cita internacional que funciona como altoparlante y difusor de las ideas del movimiento Occupy, una agrupación de protesta contra la inequidad social y económica en el mundo; donde confluyen manifestantes de Europa, América y Medio Oriente.

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