Como resultado de la crisis del cristianismo en Holanda, varios templos han dejado de ofrecer sus servicios religiosos para acercarse a otra grey: la de los bibliófilos.
Cerca de 900 iglesias protestantes y católicas holandesas han cerrado en los últimos años. Algunas de estas se han convertido en hoteles, bares, restaurantes, centros nocturnos e, inclusive, en bibliotecas de acceso público. En el último caso, entre los anaqueles de estos sitios se ofertan literatura de toda clase: novelas, arquitectura, medicina, arte, erótica, etc.
La firma de arquitectos Merkx + Girod ha sido una de las responsables de las adecuaciones de estos espacios. Una de sus joyas es la iglesia Selexyz Dominicanen (foto), construida en el siglo XIII en Maastricht y que ahora es una biblioteca contemporánea. Entre los cambios hechos en este lugar se encuentra la transformación del altar principal (en forma de cruz) en una mesa de lectura para una docena de personas.