Papel periódico, hojas de cuaderno y papel cebolla son la materia prima de la cuencana Eulalia Flores. Con ellos crea pinturas y esculturas.Flores exhibe esas obras de arte en la exposición ‘Rostros y máscaras, elementos de identidad cuencana’, que se exhibe en la Casa de las Posadas, en el centro de la capital azuaya.
La artista aprendió esta técnica siendo niña porque su familia se dedica a elaborar caretas para los años viejos desde hace más de 60 años. A sus 43 años ingresó a la Facultad de Artes Visuales de la Universidad de Cuenca y perfeccionó su técnica. “Al inicio se asombraban de que a mi edad me interese por estudiar”.
Flores cuenta que su primera tarea es reciclar la mayor cantidad de papel, luego elaborar una pasta con goma, para untar el papel y dejarlo secar. Luego pulir la pieza con lijas, limas y otros materiales, para obtener la figura deseada. Finalmente pinta con óleo, acrílicos o acuarelas.
Entre las piezas expuestas están máscaras que representan la muerte, al diablo, una calavera y a una bruja. Se exhiben desde el ingreso de la Casa de las Posadas.
Su intención es motivar a los espectadores a que continúen el recorrido por las salas y descubran las máscaras de tonalidades negras y blancas, que se encuentran en una de las paredes.
Flores dice que los seres humanos llevan en su interior luz y oscuridad y que en ciertas ocasiones tienen temor a retirarse las máscaras por no demostrar lo que están sintiendo.
Para el pintor Iván Peña, la técnica de Flores es innovadora. Por su parte, la diseñadora Genoveva Malo, cree que Flores logra representar la identidad cuencana.