‘El habitante de las formas’ recoge la obra de Karl Kohn (1894-1979): arquitecto, diseñador y artista checo, que hizo de Ecuador su hogar.
‘El arquitecto de las rejas’, así se le conocía en el país. Sus trazos rectos y seguros se combinaron con su sentido de lo estético, que se evidenció en cada uno de sus diseños de edificaciones, muebles, jardines, cuadros’
La persecución nazi obligó a este arquitecto a abandonar, junto con su familia, su Praga natal, en 1939. Hacer del país su hogar fue una casualidad, pues el destino final era Argentina. Al llegar a las costas ecuatorianas, Kohn se enamoró de su colorido y formas, pero su verdadera pasión surgió cuando llegó a Quito. Por ello decidió dibujar la serie ‘Quito mi encanto’, compuesta por 10 cuadros que recopilan parajes de la ciudad. Esta se encuentra expuesta en la exhibición realizada en su honor en el Centro Cultural de la Universidad Católica.
El carboncillo, las acuarelas, la tiza y el óleo se mezclan con el lápiz utilizado en sus planos arquitectónicos y las formas del diseño industrial, que se presentan en esta compilación efectuada por Shayarina Monard, curadora de la exposición, con la ayuda de las artistas Tanya y Katya Kohn.
Su hija Tanya recuerda que “realizar sus obras no le tomaba más de 10 minutos. Él se ubicaba frente a lo que deseaba dibujar y lo hacía con un trazo que no titubeaba”. Para Karl Kohn no existía el punto medio, sus respuestas absolutas se aplicaban en cada instancia de su vida y la de su familia. Los preceptos recibidos fueron importantes en su trayectoria también como pintora y para desarrollar su estilo actual. Una idea compartida por su hermana Katya. “Él era muy apasionado, además de su apoyo fue una inspiración para mí. Me ayudó a desarrollar mi talento al amar mis obras, a desarrollar el trazo”.
Asimismo José Augusto Rosero, amigo de la familia y quien en 1972 fue parte del centro de meditación de Vera Schiller, esposa de Kohn, lo recuerda como un hombre elegante, sonreído, que siempre estaba concentrado en sus dibujos, su técnica personal para meditar. Rosero destaca sus obras en carboncillo.
Otro aspecto de Kohn el diseñador: admiraba a Vincent van Gogh, sobre todo su habilidad natural para plasmar las cosas.
Karin Schneewind es la actual propietaria de una de las viviendas diseñadas por Kohn en Guayaquil, y señala que la habilidad de este arquitecto para visualizar su proyecto hecho es lo que más le llamó la atención.
Esta es una etapa que también se aprecia en la muestra que presenta proyectos arquitectónicos como el Palacio Legislativo, la Escuela de Bellas Artes, la Municipalidad, Casa Tosi, viviendas particulares, etc.