El bailarín Wilson Pico regresó al trabajo de grupo con Ana Jácome y Miguel Jara, en Hilo de Plata. Ellos trabajan el teatro del cuerpo: expresar estados y sentimientos desde las formas y el movimiento en armonía. Justamente así se estructura y comunica ‘Las habitaciones del alma’, obra que los tres artistas presentan desde el jueves. Más allá de la música, de ciertos sonidos guturales y de algún quejido, canto o rezo, los personajes (dos hombres y una mujer) están construidos desde sus relaciones. Ellos, los hombres, buscan a la mujer, se acompañan y se enfrentan, la necesitan, la desean y la sufren. El vestuario identifica al ser interpretado sobre escena y ubica al espectador en cada una de las ‘habitaciones del alma’. Con el manejo equilibrado de todo el espacio escénico, mediante desplazamientos en línea, lentas caminatas, inesperados gestos y contracciones a nivel del piso aquel trío de personajes muestra su conflicto. El sacrificio, el abandono, la penitencia, el enfrentamiento, el desconocimiento, la adoración y el desengaño se manifiestan en la pieza. Se conjugan desde la tensión sexual y la iconografía religiosa, una preocupación constante en las obras de Wilson Pico. La iluminación de Amaranta Pico batalla contra la penumbra. Por momentos, luces rojas y blancas evidencian cierta neblina atravesando la oscuridad del escenario, insertando al público en atmósferas de intimidad.Atrás, como telón de fondo, cinco plásticos pintados de rojo resguardan el movimiento de los intérpretes. Otros objetos (fuentes, sillas, flores, baldes, mantas, lentes oscuros, sombreros, tazas de té, un cuchillo…) adquieren significado con su simple presencia en el espacio escénico o a través del uso que de ellos hacen los hombres y la mujer. La pieza se mantendrá en temporada, en la sala Mariana de Jesús de la CCE, hasta el 16 de mayo, de jueves a sábado, a las 20:00, y domingo, a las 18:00. El costo de las entradas es de USD 7 y 5.