El mundo de la música reconoce a Hans Werner Henze como uno de los grandes del siglo XX, pero el compositor alemán fallecido el sábado 27 de Octubre en Dresde a los 86 años no se conformaba con escribir partituras: también quería cambiar el mundo.
El compromiso político se entrelaza así en la polifacética y nutrida creación de Henze, formada por más de 130 obras que incluyen óperas, sinfonías, conciertos, Lieder, música para películas y piezas dedicadas a figuras del comunismo como Ernesto “Che” Guevara. La enfermedad marcó sus últimos años y dificultó su trabajo, pero Henze se resistía a dejar la música.
“Ya sólo puedo escribir un par de minutos, tal vez horas”, dijo en una de sus últimas entrevistas. Nacido el 1 de julio de 1926 en Gütersloh, este de Alemania, Henze creció en pleno avance del Nazismo y sufrió la Segunda Guerra y la posguerra. El ferviente apoyo de su padre al Tercer Reich lo marcó para siempre y fue uno de los factores que lo convirtió en uno de los compositores contemporáneos alemanes más politizados.
En 1953 se trasladó a Italia y se instaló cerca de Roma, donde vivió más de 50 años. Allí hizo pública su homosexualidad y se afilió al partido comunista. El renombre internacional le llegó con la ópera “Der junge Lord” (1964), escrita en colaboración con la poetisa Ingeborg Bachmann.
Antes habían afianzado su fama como compositor de ópera “Boulevard Solitude” (1952), “König Hirsch” “1956” o “Der Prinz von Homburg” (1960). Con un estilo modelado por Strawinsky, Hindemith y Schönberg, pero también por influencias tan variadas como el jazz o la música barroca, fue calificado por los críticos como “genio de la transformación” o “el más talentoso de su generación”.
La colaboración con escritores fue otro punto constante en su carrera y en 1973 escribió con Hans Magnus Enzensberger “La Cubana“, donde reflejaba su decepción con los resultados de la revolución en Cuba. Sus convicciones socialistas le costaron caro en Alemania, donde sufrió desde la indiferencia hasta el escándalo público. Así fue que en 1968 el coro RIAS de Hamburgo se negó a cantar bajo una bandera roja el oratorio “Das Floss der Medusa”, dedicado al “Che” Guevara.
El supuesto estreno terminó sin que se ejecutara una nota y con una intervención policial. Henze insistía en su deseo de poner su arte al servicio de la sociedad, y esa convicción se mantuvo incluso con la caída del bloque comunista. La reconciliación con el capitalismo que había combatido tuvo un símbolo en 1991, cuando recibió la Cruz del Mérito de Alemania de manos del presidente federal Richard von Weizsäcker.
En 2003 también fue nombrado caballero de la Orden del Mérito de Francia. “Lo singular de su obra es la unidad entre belleza atemporal y compromiso contemporáneo”, señaló hoy la editorial musical Schott, que publicó su obra durante cinco décadas.