El premio Nobel de Literatura alemán Günter Grass ha sido nombrado ‘Europeo del año 2012 por la organización europeísta danesa Europabevaegelsen, según confirmó ayer la oficina del escritor. “Este galardón es el máximo reconocimiento de Dinamarca por un positivo compromiso europeo”, escribieron los responsables de la organización danesa en un comunicado.
El escritor de 85 años de edad se suma así a otros premiados como la canciller alemana, Angela Merkel, el ministro de Exteriores alemán Joschka Fischer y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso. Grass ha sido galardonado entre otras cosas por sus contribuciones a favor de un debate político europeo que habrían inspirado a otras personas.
“El autor también intervino cuando a su modo de ver había algo que no funcionaba correctamente. Un buen ejemplo de ello es el poema publicado en mayo de este año ‘La vergüenza de Europa’, donde Grass criticó la política de Europa hacia la endeudada Grecia”, explicaron desde la organización danesa. Grass aprovechó la ocasión para advertir de la “mentalidad de fortín” de Europa, que a su parecer “podría resultar peligrosa para la democracia”.
“Dejar a los refugiados abandonados a su suerte en sus deficitarios barcos y permitir que se ahoguen en el Mediterráneo es una vergüenza y no conduce a nada”, declaró el escritor en Lübeck con motivo del galardón. “Los inmigrantes podrían tener un efecto positivo en las sociedades como, por ejemplo, en su momento tuvieron los hugonotes en Prusia”, agregó.
Grass también criticó la política de ahorro “errónea” de la Unión Europea “a favor de los bancos y en detrimento de las personas”. “Esto podría conducir a revueltas sociales que no deberían encontrarse obligatoriamente en el ámbito de la izquierda de sus países”, indicó.
Este galardón al escritor alemán por su contribución al diálogo europeo se produce el mismo año en que Grass se vio envuelto en polémica tras publicar un poema donde condenaba la política de Israel contra Irán y al que calificó de “amenaza a la paz mundial”. Como consecuencia de ello, Grass fue declarado “persona non grata” en Israel.
Esta no es la primera polémica que enfrenta el Nobel alemán, pues en su momento se opuso a la reunificación alemana. Por esta razón el exministro de Exteriores danés Per Stig Moller cuestionó el galardón para Grass: “No se puede ser europeo y estar en contra de la reunificación alemana”, dijo.