Alfaro y su tren en Ibarra
En la confluencia de las calles Pedro Rodríguez y Juan de Grijalva, en el centro de Ibarra, empieza la avenida Eloy Alfaro, a un costado del remodelado parque en honor al Viejo Luchador. Como si se tratara de un altar, en el rincón más privilegiado de ese entorno, el busto de Alfaro se destaca entre plantas ornamentales y un mural que representa su obra más importante: el ferrocarril.
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La llama libertaria, en Quito
El Viejo Luchador está hecho de bronce y sostiene la llama eterna de la libertad. El monumento a Eloy Alfaro llegó al parque El Ejido, en Quito, trayendo su mensaje libertario hace cinco años, y fue elaborado por la escultura quiteña Paulina Vaca, tras el pedido de la cúpula militar ecuatoriana. La elaboración de dicho monumento fue minucioso y tardó alrededor de cinco meses.
Montecristi, a los pies de Alfaro
Este monumento está ubicado en Ciudad Alfaro, al pie del cerro de Montecristi. Fue elaborado por al artista manabita Ivo Uquillas. Rompe los esquemas de monumentos en donde, por lo general, se observa a Viejo Luchador de pie. En Montecristi, Alfaro mira al cielo para proyectar sus ideales de cambio y libertad. Fue inaugurado en noviembre del 2009. Redacción Manta
Alfaro se impone en el Guayas
Eloy Alfaro se eleva temerario. A sus espaldas, el río Guayas lo vigila mientras el sol de la tarde resplandece en su piel de bronce. El coraje en su rostro y los brazos de quienes lo levantan hacia la gloria tomaron forma hace 50 años en las manos del escultor lojano Alfredo Palacio y del arquitecto guayaquileño Rafael Rivas. En diciembre de 1959, cuando Pedro Menéndez era alcalde de Guayaquil, el Concejo Cantonal donó 600 000 sucres para hacerlo.