Con Federico Gonzenbach el color adquiere matices casi cósmicos. En su última muestra (luego se dedicará a exponer en el exterior) ‘Explosión energética del color y sus secretos’, el artista guayaquileño plasma lo que es su nueva etapa artística: el abstracto.
Trazos poderosos, firmes, en los que se destaca el color rojo como base de su pintura, son parte de su nueva propuesta. “El color es una forma de acercamiento espiritual a la vida del hombre y las cosas que nos rodean”, explica Gonzenbach, quien cumple 38 años de vida artística.
Define a esta etapa de su trabajo como un expresionismo abstracto. Los elementos como el universo, la gran explosión que generó el cosmos, es una de las fijaciones que tiene el pintor. En sus obras, como por ejemplo Diagonal sideral, un óleo sobre lienzo, muestra los elementos que para el artista representan las tres energías más potentes y que le sirve de inspiración: la gran explosión, el aura y la energía del alma. De ahí viene el nombre de la exposición, que está abierta en el museo Luis Noboa Naranjo, en Guayaquil.
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“En mi trabajo uso muchos trazos rectos, con flechas que van hacia arriba, que es la dirección del pintor. Es la autoridad, el poder de la perspectiva. Y el punto de despegue es mi propio ser”, añade Gonzenbach.
El artista ha tenido exposiciones en galerías de Italia, París, Suiza… Además, sus obras constan en colecciones privadas.
Luego que concluya su muestra actual, viajará a radicarse en California, Estados Unidos, para ser parte de bienales de pintura además de exponer en Europa.
Cuerpo vital, otra de sus obras, mantiene el estilo de trazos rectos, sobre todo dando mucha importancia al color rojo, una de sus características principales.
“Para mí el rojo es mi aura, la que veo en mí y a mi alrededor. Es este color el que rodea mi mundo interior y exterior. Es pasión, entrega, amor. Sobre todo fuerza, sangre y energía”, explica el pintor.
En su obra Ciudad Nova, hecha con trazos más fluidos, es donde se refleja un estado de búsqueda de la creatividad. Así lo afirma el artista, quien considera a Ciudad Nova como el sitio donde se halla su propia creatividad.
Esa paz y el afán de creatividad también se ven en sus cuadros Calma, paz y serenidad o Nació una nueva esperanza, en los cuales retoma el tema de lo sideral dentro de su pintura, líneas más curvas, como olas, además de formas más geométricas.
“En mi obra el color es vital. Pero además del rojo, también hay colores que no existen en la naturaleza. Yo he creado al menos 2 000 a 3 000 colores diferentes, mezclando fórmulas. Así hay cafés, grises más cálidos y fríos”, explica Gonzenbach.
El cosmos, la explosión del color de la que habla el artista, también se ve en las texturas que el pintor brinda a sus cuadros. Son texturas que mezclan trazos más lineales, en la que se intercambian jeroglíficos, letras, que tratan de explicar su crecimiento personal.
Esta muestra es considerada por el pintor como su quinta etapa artística. “Para mí la pintura es la libertad absoluta del ser humano. En esta muestra me he sentido más maduro, más seguro y libre en el sentido que me considero un hijo de la libertad”, añade.
Gonzenbach es un apasionado por su trabajo pictórico. Es de los artistas que prepara hasta siete cuadros al mismo tiempo. Y en cada obra se demora hasta dos semanas de labor.
“Mi trabajo es un proceso que tengo que soñarlo. Imaginarlo y luego percibirlo. Solo después crearlo”, señala el artista, quien asegura que ha realizado más de 200 exhibiciones de su trabajo.
El trabajo del pintor
Gonzenbach tiene planeado radicarse en Estados Unidos para ser parte de bienales de pintura y exponer su obra en galerías de ese país. Además, el artista tiene planeado exhibir en Europa.
La muestra ‘Explosión energética del color y sus secretos’ está abierta al público en el museo Luis Noboa Naranjo, en el centro de Guayaquil.
Gonzenbach es uno de los pintores que participan del proyecto de arte urbano Caballos de Colores, que se exhibe en la urbe.