El mal aire que impera en la Capilla Sixtina debido al flujo de visitantes está poniendo en peligro el estado de valiosos frescos, según advirtió Antonio Paolucci, director de los museos del Vaticano, en el diario de ayer de la Santa Sede, L’Osservatore Romano.
La humedad y el calor excesivos a los que está sometida la centenaria edificación, así como el esmog y las partículas de polvo, dañan las obras de arte, según dijo Paolucci.
Si bien hay un filtro que provee aire puro y temperaturas constantes en la mundialmente conocida capilla, este, al parecer, se volvió insuficiente debido a la sobrecarga del sistema.
Una “limpieza de polvo” en el receso de verano hizo visibles las primeras señales de deterioro en los frescos.
Hasta 25 000 visitantes asisten diariamente a la ‘Cappella Sistina’, lo que representa unos cuatro millones de personas al año, una tendencia que va cada vez más en aumento.
En la Capilla Sixtina, en la que hasta hoy en día es elegido el Papa, se pueden ver además de ‘El juicio final’ y ‘La creación de Adán’ ,de Miguel Ángel, otros 12 frescos del Renacimiento de famosos artistas.
Miguel Ángel (1475-1564) trabajó incansablemente durante cuatro años en la que hasta ahora es considerada su mayor obra maestra.
Desde 1994, la capilla luce colores renovados tras una restauración de 15 años.