Fausto Palacios, homenajeado en Ambato

Una semana después de haber recibido el galardón Benjamín Carrión conferido por la Casa de la Cultura Núcleo de Tungurahua (CCE-T), Fausto Palacios experimenta sensaciones encontradas. Es una mezcla de nostalgia por su niñez y la decisión renovada, casi febril, de continuar con sus pasiones: la gramática, la historia, el periodismo y la abogacía.

En su casa situada en la zona alta de Ambato, a un costado de la concurrida avenida Atahualpa, Palacios conserva tres habitaciones saturadas con libros antiguos, copias de textos anillados y sueltos, y escritos suyos de investigaciones que solo él entiende.

“De niños cuando nos enfermábamos y mi madre nos daba purgante, y como además se creía que debíamos permanecer despiertos para no recaer mi mamá nos narraba las novelas que había leído. Allí nació el gusto por la lectura, la poesía y la historia”, refiere Palacios emocionado.

Con el tiempo, este escritor ambateño que este año cumplió 81 años, se graduó primero de abogado y después de periodista.

En este último campo, desde su perspectiva, el periodismo ecuatoriano necesita poner más corazón a sus investigaciones. “Los hechos son importantes, pero lo son más los significados y los símbolos que hablan de la identidad de los pueblos. Publicar un libro o un artículo periodístico es el resultado de una cultura integral”.

Palacios también es miembro de la Academia Nacional de Historia y en los últimos 50 años ha ocupado una serie de cargos relacionados con la justicia, la enseñanza universitaria y la cultura.

El galardonado es autor de varios artículos históricos y poéticos como ‘Patria Limpia’, ‘Canto General a mi Madre’, ‘Oda al río Ambato en Cuatro Voces’, ‘La Ambateñidad’, ‘Historia de mi Pequeña Patria Chica Frutal’, ‘Los Hermanos Miño Naranjo’, ‘García Márquez: Crónica para un Cronista’, ‘Viñetas’ (12 tomos), ‘La Gramática’, ‘Usted I Yo’ (6 tomos), entre varios otros textos.

Por su trayectoria y fuerza de voluntad, durante la sesión conmemorativa por el LXIII aniversario de fundación de la CCE-T se le otorgó, el pasado lunes 20, el galardón Benjamín Carrión 2010.

Una de las banderas de su trabajo en el área de las letras ha sido su defensa indeclinable del uso de la letra ‘i’ como conjunción, en lugar de la ‘y’. De hecho, Palacios pone en práctica su propuesta en todos sus textos; es decir, sigue escribiendo como en su momento lo hiciera otro ilustre ambateño: Juan Montalvo.

“Este es un reconocimiento bien merecido para un hombre que continúa en el oficio de las letras. Es un escritor admirable”, dice Mari Pachano de Saá, presidenta de la CCE-T. Este no es el primer reconocimiento que Palacios ha recibido. El Municipio de Ambato le otorgó la condecoración Juan Benigno Vela, por su trayectoria en la abogacía.

Para el 2011, Palacios prepara una investigación sobre la cultura Panzaleo. “En 1760 el padre Sicalpa menciona a este pueblo que llegó del norte colombiano a Tungurahua y Chimborazo. Jijón y Caamaño también se refiere a objetos de cerámica que halló en un cementerio de ese pueblo. Esa indagación la publicaré el próximo año”, cuenta Palacios.

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