Los excluidos del proyecto de Simón Bolívar

Para Ascención Martínez Riaza, catedrática de Historia de América de la Universidad Complutense de Madrid, “Simón Bolívar no iba por saber qué pasaba, sino con un proyecto muy definido, que remodeló a medida que conocía de primera mano América”.

Aunque su proyecto fue fundamentalmente político e ideológico, para Bolívar luchar contra el antiguo régimen español también significaba estar a favor del libre comercio y en contra del monopolio que mantenían los ibéricos. El Libertador sabía que la Independencia era igual a abrirse a las grandes potencias de la época: Estados Unidos y Gran Bretaña.

Los objetivos de la Independencia

José Luis Gómez Martínez, catedrático de Pensamiento Hispánico de la Universidad de Georgia, en su ensayo ‘La encrucijada del cambio: Simón Bolívar entre dos paradigmas’, sostiene que los objetivos de la revolución liderada por el aristócrata venezolano fueron “reestablecer los derechos feudales que los criollos habían ido perdiendo”. Según él, Bolívar renegaba de las cadenas españolas que oprimían a su clase y le impedían alcanzar poder.

Manuel Chust, catedrático de Historia de América Latina de la Universidad de Castellón, no es totalmente partidario de esa interpretación. “ Bolívar luchó contra el antiguo régimen, representado por su faceta colonial o por sus privilegios feudales”. Ese régimen no sólo lo conformaban españoles, sino también criollos y el cacicazgo indígena.

Gómez Martínez, aclara, sin embargo, que la “querella” de Bolívar contra España era más profunda: luchar contra lo caduco. Para el Libertador, la ciencia, la política, la economía y las artes españolas estaban ancladas en el pasado y sin futuro. Estar ligado a España, impedía el progreso.

¿Fue un dictador?

Tanto Chust como Martínez creen que antes de juzgar a Bolívar hay que situarse en cada una de sus etapas. “Por ejemplo, él asumió como dictador el poder del Perú, pero pactado con la sociedad peruana, que lo ostentaba”, aclara Martínez.

“Lo que sí creo es que era un hombre autoritario”, continúa. Se refiere a que el caraqueño siempre defendió una autoridad firme en América porque creía que los nativos no estaban preparados para llevar sus propios asuntos. “Era un caudillo, porque entendía que solo una minoría preparada podía ocuparse de los asuntos públicos en América (')Él tenía claro lo que era la élite conductora”, señala la profesora.

Esclavos e indígenas

En cuanto a la posición de Bolívar hacia la esclavitud esta fue más bien “con idas y venidas”, cree Martínez. Y recuerda que el venezolano ofreció la libertad a los esclavos siempre y cuando se unieran a su ejército.

Pero aún más olvidados fueron los indígenas. Según algunos historiadores, Bolívar casi no habla de ellos y no los tuvo en cuenta como importantes en la formación del nuevo sistema. “Dentro de su concepción liberal, no se podía contar con ellos”, subraya.

Los excluyó de su proyecto político, pero vio en ellos una fuente de recaudación. Una vez abolido el tributo indígena, Bolívar volvió a introducirlo.

Tal vez eso sea lo más criticable de él: su concepción elitista del proceso de Independencia, que no permitió la incorporación de las clases bajas. “Pero tampoco los tiempos eran para hacerlo. A él le preocupaba ganar la guerra a los españoles y organizar un sistema de repúblicas en América, gestionado por gente preparada”, concluye la catedrática.

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