Bien conocido es que los escritores se deben a su tiempo. Algo que ahora se corrobora con un estudio realizado por tres antropólogos y un especialista en ciencias de la información y que ha sido publicado en la revista PLoS One.
Según el trabajo de R. Alexander Bentley, Alberto Acerbi, Paul Ormerod y Vasileios Lampos, la literatura en inglés del siglo XX ha reflejado los cambios económicos sufridos en la sociedad estadounidense.
La variación ha sido denominada como “índice literario de miseria”, el mismo que centra su atención en los niveles de tristeza contenidos en los libros en determinados años. Con esto, ellos han comprobado que la temática de los textos publicados en Estados Unidos luego de la Gran Depresión (finales de 1920) tenían un correlato en hechos negativos como la inflación y el desempleo.
Según los autores, “el lenguaje escrito no solo acumula conocimiento tecnológico sino que continuamente regenera la base cultural por la que cada persona tiene sentido de su propia experiencia y mantiene sus relaciones sociales”.
De este modo, y luego de realizar un análisis comparativo entre el caso estadounidense y el alemán, el estado de humor de la literatura en un momento específico de la historia depende de la situación económica de un pueblo. Así, los escritores se convierten en cronistas de sus realidades.