Morikawa Hiroe, Obama Akihito y Hase Mikita son nombres que difícilmente saldrán de la memoria de los asistentes al Teatro Nacional de la Casa de la Cultura el pasado sábado. En este lugar los tres intérpretes fueron los protagonistas del concierto Música Tradicional de Japón, en el que con maestría dieron a conocer al público ecuatoriano los pasajes sonoros del país nipón.
Durante la cita, la intención de Mikita con la percusión, Akihito en los vientos y Hiroe a cargo de las cuerdas era, como dijeron en su idioma nativo, llevar al público a descubrir esa sobria geografía musical del archipiélago.
Así lo sintió Isabel Naranjo, asistente al show, quien en cada tonada recordaba su estadía (por cerca de 10 años) en Tokio. Ella, en más de una ocasión, cerraba los ojos. “Con esto, dice, logro sentir esa tranquilidad que solo se vive al momento de entrar a un templo budista cercano a la capital”.
Lejos de la experiencia directa de lo que es en realidad Japón, Alfredo Ramos, violista chileno, afirma que las tonadas de los tres músicos son un reflejo de lo que Japón quiere presentar en la actualidad.
En sus estudios en Europa, Ramos afirma haber estado en contacto con varios intérpretes nipones, “y siempre que se acercan a sus instrumentos lo que se aprecia es esa preocupación por parte de ellos por preservar sus tradiciones musicales”, comenta.
En la presentación de esta tríada en la capital, Japón no solo fue la gran interpretada. También, y como un regalo especial para los ecuatorianos, los músicos reflejaron ese interés por las tradiciones de Quito al momento de tocar la canción Chulla quiteño con instrumentación japonesa, un detalle que desató entre el público una larga ovación.
“Al escucharlos en vivo, las interrogantes sobre qué es el Japón musical se disipan”. Así subraya Juan Alberto Meneses, etnomusicólogo con especialización en música asiática, a la experiencia vivida en el marco del concierto. Para él, cada una de las canciones y popurríes interpretados en Quito son un “reflejo bastante completo de lo que Japón es en el campo compositivo”.
Música Tradicional del Japón fue justamente eso: un compendio de la historia musical de este país. Asimismo, fue la excusa para descubrir a jóvenes intérpretes que apuestan por la revitalización y difusión de sus melodías.