Düsseldorf es un centro de arte no sólo desde años recientes. La metrópoli alemana junto al Rin ya atraía en el siglo XIX a artistas de todo el mundo.
Una gran exposición homenajea ahora a la “Escuela Pictórica de Düsseldorf”. La influencia internacional de la Escuela de Düsseldorf en el arte de Europa, Rusia y Estados Unidos constituye el centro de la muestra, que permanecerá abierta desde el próximo sábado hasta el 22 de enero en el Museo Palacio de Arte.
Bajo el título “Weltklasse. Die Düsseldorfer Malerschule 1819-1918” (“Calidad mundial.
La Escuela Pictórica de Düsseldorf 1819-1918″) se presentan unas 400 obras, que incluyen desde monumentales pinturas históricas, hasta paisajes románticos o piezas del comienzo del Arte Moderno.
Entre los artistas de todo el mundo que trasladaron su residencia a la ciudad junto al Rin se encontraban el estadounidense de procedencia alemana Emanuel Leutze, el suizo Arnold Böcklin y el ruso Ivan Shichkin.
Otros llegaron de Escandinavia o incluso de Irán. Con sus pinturas históricas, paisajísticas y costumbristas, la Escuela de Düsseldorf convirtió a la ciudad durante generaciones en una metrópoli internacional de arte. Los artistas que se formaron allí fundaron más tarde sus propias escuelas en Weimar y Karlsruhe, afirmó la directora de la Galería de Pintura, Bettina Baumgärtel.
La exposición comienza con cuadros que muestran a los pintores instalando sus exposiciones en las nuevas galerías o descansando en su tiempo libre, por ejemplo en escenas de caza. Los artistas acostumbraban también a trabajar en conjunto. Pese a su tamaño, lejos de idealizar a la Escuela de Düsseldorf, la exposición la mira con ojos críticos.
Algunos de sus detractores creían excesivos sus “pinturas del alma” con sus frecuentes “pinturas tristes” y exigían más acción. “Estamos cansados de contemplar las sombras de las sombras”, escribió el desaparecido diario “Rheinische Zeitung”, criticando además los cuadros de “vírgenes insípidas”.
Algo más de acción tenían, sin embargo, los cuadros de Leutze. Su obra más famosa, el oleo “Washington atraviesa el Delaware” (1850), no ha sido cedida por el Museo Metropolitano de Nueva York por constituir “un icono nacional”, informó Baumgärtel.
“Además, ya no cabe por la puerta”, indicó. La pintura de paisajes era uno de los elementos más conocidos de la Escuela de Düsseldorf. Bosques con bastos árboles, los castillos del Rin, cascadas, así como los Alpes suizos o Italia, motivos de artistas viajeros como Johann Wilhelm Schirmer.
Los artistas de Düsseldorf estuvieron a punto de abrazar el modernismo. Movimientos nacionales posteriores a la guerra franco-alemana de 1870/71 impidieron la renovación en un primer momento.
Sin embargo, tras la llegada del nuevo director de la Academia de Düsseldorf, Eugène Dücker, llegó viento fresco. Los colores tristes abrieron paso a otros más luminosos y el impresionismo llegó al Rin.