El 29 de octubre es una fecha significativa en el calendario ecuatoriano. Este día se celebra el Día del Paracaidismo, que conmemora el primer salto realizado por un grupo de militares en 1956. Este evento marcó el inicio de una tradición que ha crecido y evolucionado a lo largo de los años, convirtiéndose en un símbolo de valentía y destreza.
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Orígenes del Día del Paracaidismo
La historia del paracaidismo en Ecuador comienza el 29 de octubre de 1956, cuando un grupo de 35 militares se lanzó desde un avión en Salinas. Este acto pionero fue liderado por el capitán Alejandro Romo Escobar, conocido como ‘El Pionero’ del paracaidismo ecuatoriano. Su visión y liderazgo fueron cruciales para establecer esta disciplina en el país, de acuerdo con la página HazteVerEcuador.
El capitán Romo, junto a un equipo de oficiales y voluntarios, realizó este salto con el objetivo de engrandecer a Ecuador. La formación inicial fue proporcionada por instructores del Ejército de Estados Unidos, quienes aseguraron que los paracaidistas ecuatorianos recibieran un entrenamiento riguroso y profesional, siguiendo con la misma fuente.
Orígenes del paracaidismo
El deseo de volar ha fascinado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Los primeros intentos de descender desde alturas mediante dispositivos similares al paracaídas se registran en la antigua China, donde se realizaron saltos con estructuras que recordaban a un paraguas.
Sin embargo, el desarrollo sistemático del paracaídas comenzó con el avance de la aerostática en el siglo XVIII. En 1783, los hermanos Montgolfier realizaron el primer vuelo en globo aerostático, lo que inspiró a muchos a experimentar con el descenso controlado. Louis-Sébastien Lenormand es considerado uno de los pioneros en este campo, ya que en 1783 realizó un salto exitoso desde una altura considerable a través de un paracaídas de tela, según información de la National Geographic.
Innovaciones clave
Jacques-André Garnerin es una figura central en la historia del paracaidismo. En 1797, realizó el primer salto exitoso desde un globo a 900 metros de altura, gracias un paracaídas que él mismo diseñó. Este dispositivo consistía en una cúpula de seda sin bastidor rígido, lo que representó un avance significativo respecto a los modelos anteriores, siguiendo con la National Geographic.
Garnerin también fue pionero en las exhibiciones públicas de paracaidismo, lo que ayudó a popularizar esta actividad entre el público.La evolución del diseño del paracaídas continuó con innovaciones como el arnés inventado por Thomas Baldwin en 1877 y la mochila para paracaídas desarrollada en 1890, que incluía un paracaídas de reserva, a decir de la National Geographic. Estas mejoras hicieron que el uso del paracaídas fuera más seguro y accesible.
El paracaidismo militar
A pesar de su invención, el uso del paracaídas no se generalizó durante la Primera Guerra Mundial. Las tripulaciones aéreas no estaban familiarizadas con su funcionamiento y no se consideraba esencial para la supervivencia en combate. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial, el paracaídas se convirtió en una herramienta vital para las fuerzas armadas. Los ejércitos comenzaron a entrenar unidades especializadas en saltos desde aviones para realizar operaciones detrás de las líneas enemigas, a decir de la Fuerza Aérea Colombiana. El primer descenso exitoso desde un avión tuvo lugar en 1912, cuando Albert Berry se lanzó desde un biplano Benoist a 500 metros de altura.