Una larga pared blanca es cortada horizontalmente por una línea de cuadros, 120 en total. Siguiendo el recorrido de esa línea, uno se suma al trayecto hecho, captado y representado por el artista Pablo Cardoso, para su obra ‘Lago Agrio – Sour Lake’.
Es una muestra que recoge las reflexiones y el sentir de Cardoso sobre la contaminación que dejó en la Amazonía ecuatoriana la extracción petrolera de la Chevron – Texaco; una obra que se expone desde el pasado miércoles en la galería Arte Actual; una obra justificada desde cualquier ángulo.
El proceso creativo llevó al artista a emprender un viaje desde Lago Agrio hasta un poblado cercano a Houston, EE.UU., increíblemente llamado Sour Lake, portando una muestra del agua contaminada, resultado de la extracción petrolera; con el fin de hacer una devolución simbólica del daño. Todo el trayecto fue registrado en fotografía. Luego esas imágenes fueron pasadas al óleo sobre lienzo.
El óleo -dice Cardoso- se emparenta con la tradición pictórica, un aspecto que le interesaba. Asimismo le interesaron los formatos pequeños, algo que empataba con su idea de armar una bitácora del viaje, un cuaderno de anotaciones gráficas donde cabían el error, la mancha, lo incompleto. Esto porque, al enterarse sobre el conflicto y el drama de la contaminación ambiental en localidades del Oriente, tuvo una reacción visceral, un impulso para descubrir qué había pasado allí.
El proyecto fue reconocido con la beca Rockefeller y Cardoso se fue en septiembre del 2011 a Bellagio, Italia, para continuarlo. Allí no tuvo tiempo de dedicarse a la pintura -confiesa- pero sí para difundir esta problemática con gente de varios países y dedicada a diversas disciplinas artísticas.
En la serie se da cuenta de los momentos del viaje. De hoja a hoja, de una pintura a otra, hay una variación de tonos, que pasan del sepia al gris, como si ninguno mostrara la nitidez del agua pura, sino ese reducto de agua que dejó en los ríos y bajo la tierra la extracción del petróleo.
El paisaje queda subordinado, pues el sujeto es la botella (artilugio creado para contener lo que queda como remanente tras el desastre) y también -no en todos- la mano, como huella del artista, del sujeto inmerso en el proceso creativo y de la perspectiva política de su obra.