Con la misma atrocidad de los sueños frustrados o de la tensión entre la cotidianidad del mundo y los anhelos de sus habitantes, se construyen los 10 relatos que hacen ‘Catálogo de ilusiones’, del escritor ecuatoriano Raúl Serrano Sánchez (Arenillas, 1962).
Una reedición del libro, bajo el sello editorial Final Abierto, de Argentina, invita a la revisión de los cuentos, de sus historias, de los seres que los habitan y de lo que se dice (o no) en ellos. Por primera vez publicados por Eskeletra (2006), los textos de Serrano se muestran como un espejo que tergiversa la realidad con sombras solamente adivinables desde la literatura.
Intensas son las breves narraciones, como intensos sus personajes. En ellos las angustias, las obsesiones y las soledades se juntan para reinventar la condición humana. En esa reinvención estos individuos presentan rastros de animalidad y, acaso por ello, resultan repulsivos sin dejar de invitar al lector a un juego de complicidades, de asuntos velados.
Tras el oficio cultivado por el autor en sus anteriores publicaciones de cuento, ‘Los días enanos’ y ‘Las mujeres están locas por mí’, ‘Catálogo de ilusiones’ dialoga con recursos narrativos, estructuras e, inclusive, atmósferas de otros autores: Horacio Quiroga, Julio Cortázar…
En la edición de Buenos Aires consta una presentación del critico José Henrique, quien invita a realizar un recorrido por el índice del libro para acercarnos a los títulos de los relatos. Primero advierte al lector “para enfrentar una obra desgarradora y cruel”, Y luego escribe: “ No hay un sólo título que alerte al lector del horror y la angustia contenida”.
Indicios en la niebla, Una garza en la esquina del cielo, Estación de ceniza, La lluvia que te niega y Ritual al final del día son algunos de los nombres que el autor ha dado a sus relatos. Todos ellos aparecen fechados y firmados en Quito, ciudad que apenas se menciona en las narraciones, pero que se manifiesta en el paisaje interno y tortuoso de los personajes. Además confluyen en los cuentos bares y noches, espacios cerrados que sobredimensionan el abandono de sus personajes.
La mujer, el universo femenino, se muestra misterioso y nocturno, sea desde la obsesión o desde la misoginia. Y los relatos gravitan en torno a ella, o esta incide como un satélite en la narración.
‘Catálogo de ilusiones’ se hace también de un humor negro, de crueldades…